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El alocado festejo de Remco Evenepoel, tras coronarse campeón en el Mundial de Ciclismo 2022

¡No lo podía creer! Tomándose la cabeza, sacudiendo la mano, apretando el puño, haciendo el gesto de silencio y tocándose el pecho; todo esto hizo Remco Evenepoel.

Remco Evenepoel, campeón en el Mundial de ciclismo
Remco Evenepoel, campeón en el Mundial de ciclismo 2022
AFP

Recta final de la prueba en línea del Mundial de Wollongong. Allí aparece un joven de 22 años con la bandera belga en el pecho dando puñetazos al aire, eufórico, echándose las manos a la cabeza y pidiendo silencio con el dedo vertical en sus labios. Remco Evenepoel , el mismo que ganó la Vuelta hace 15 días, se proclamaba rey del universo.

"Silencio, aquí llega el monarca del ciclismo", quiso decir Evenepoel. Un gesto de rabia y de reivindicación que le sirvió al corredor de Aalts para coronarse en una temporada inigualable y para poner a algunos osados opinadores en su sitio.

"Una temporada difícil de igualar", que se completó con el sueño arocoíris. Después de ganar un monumento, la Lieja-Bastoña-Lieja, la Clásica de San Sebastián por segunda vez, y una grande, la Vuelta a España, la trilogía debía completarse con el título mundial.

El muchacho exfutbolista internacional, el mismo que arrasó sobre la bici en juveniles y que saltó directamente a profesionales sin escala en la categoría sub'23, se presentó en Australia después de enfundarse la roja de la Vuelta el pasado 11 de septiembre.

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Remco entraba en los pronósticos junto a su compatriota Van Aert y el esloveno Tadej Pogacar como máximos favoritos. De telón de fondo el hecho de compartir galones con Van Aert y la polémica de 2021 por mal desempeño táctico del equipo belga, también los comentarios de, por ejemplo, su director deportivo en el Quick Step, Patrick Lefevere, quien le recordó que "el nuevo Merckx es Pogacar y no Remco".

Pero llegó el momento de hablar sobre la carretera, y allí el discurso de Remco fue de campeón en toda regla. El belga, solo dos semanas después de llorar su primera Vuelta en la cima de Navacerrada, ofreció una exhibición histórica en Wollongong.

remco-evenepoel
Remco Evenepoel durante el Mundial de Ciclismo 2022.
Getty Images

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Remco ganó a su estilo, es decir, atacando de lejos y arrasando. Resolución por K.O. Sin más tácticas ni ambigüedades. Llegó a meta en solitario con 2.10 minutos sobre los primeros perseguidores. Un ataque a 34 km de meta resolvió el debate de quién era el más poderoso del mundo.

Aunque Remco odia la comparación con el mítico Eddy Merckx, la cantidad de victorias que está logrando, ahora lleva 37, y la forma de conseguirlas, recuerdan al "Canibal", si bien, con la equiparación, la perla belga tenga delante un muro casi imposible de igualar. Para el campeón mundial tampoco es una preocupación parecerse a nadie. Y hace bien.

"Es un sueño literalmente. Hemos corrido como un equipo y cumplido el objetivo de llevarnos el maillot arcoíris a Bélgica. Esto habrá que celebrarlo. Creo que esta noche no voy a ver la cama", dijo de nuevo entre lágrimas Remco Evenepoel.

PRÓXIMO RETO, EL TOUR DE FRANCIA


Si duro fue saltar el obstáculo de la grave caída sufrida en 2020 en Il Lombardía, también lo fue el proceso de recuperación y el regreso a lo más alto de su estado físico. Ahora, con poco que demostrar sobre sus aptitudes, Remco deberá enfrentarse a otro reto, el Tour de Francia.

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El esloveno Tadej Pogacar, doble ganador de la "grand boucle", animó a Remco para "encontrarnos en el Tour de Francia", pero el belga parece no tener prisa, huyendo de un exceso de presión que prefiere gestionar más lentamente.

También sabe despejar las comparaciones, que a veces le llegan de su propia casa. El veterano manager del Quick Step aseguró que "todos los que lo convirtieron en el nuevo Merckx están muy equivocados", y para colmo añadió que "el nuevo Merckx es Pogacar".

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Harto de comparaciones y similitudes, los gestos de Remco mientras disfrutaba de su título universal tenían destinatarios. A callar todo el mundo, "aquí mando yo". Un hecho que no admite discusión. Y ganó a lo Merckx, le guste o no.

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