El italiano Jonathan Milan (Bahrain Victorious), un especialista en el ciclismo en pista de 22 años, impresionó con su potencia en el primer esprint masivo del Giro de Italia y se adjudicó la etapa disputada entre Teramo y San Salvo, de 202 km, en la que se mantuvo como líder el belga Remco Evenepoel (Soudal Quick Step).
Milan, un gigante de 1,94 metros nacido en Tolmezzo, fue un ciclón en la recta de meta y no dio opción a los velocistas considerados como favoritos. Levantó los brazos para firmar su primera victoria World Tour con un tiempo de 4h.55.11, a una media de 41,100 km/h, por delante del neerlandés David Dekker (Arkea) y del australiano Kaden Groves (Alpecin).
No se lo creía Milan, pero se convirtió en el octavo corredor más joven en ganar en el Giro desde el año 2000. Un alarde de potencia de un corredor estacado en pista, con título olímpico y mundial en la modalidad de persecución por equipos.
Fue el final de una llegada caótica, pues a 3,5 km de meta una caída terminó con varios corredores tendidos en el asfalto, entre ellos algunos de los grandes candidatos al triunfo, como el británico Mark Cavendish o el danés Mads Pedersen. Se salvaron de la quema, entre otros, el colombiano del Movistar Fernando Gaviria, séptimo.
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En la general no hubo cambios. Remco Evenepoel pasó página con la maglia rosa, con Filippo Ganna (Ineos) a 22 segundos y el portugués Joao Almeida a 29.
La primera cita con el esprint estuvo animada por una escapada que no causó alarma en el pelotón y que permitió el sueño de Lapeira (AG2R Citroën), Champion (Cofidis), Bais (Eolo Kometa), Gandin (Corratec) y Verre (Arkéa Samsic).
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Un grupo que comenzó la aventura nada más salir de Teramo, ciudad de los Abruzos, dispuesto a echar un pulso a un pelotón que cedió un máximo de 6 minutos a los aventureros, condenados de antemano en una jornada con tan solo dos dificultades de cuarta categoría, Silvi Paese (4,2 km al 5,4) y Ripa Teatina (1,9 km al 5,8), que fueron superadas perdiendo unidades en cabeza.
La fuga se disolvió a 35 km de San Salvo, localidad de la provincia de Chieti, cuando los equipos de los esprinters ya estaban mostrando sus intenciones. Muchos candidatos, como Pedersen, Groves, Gaviria, Cavendish ó Matthews. Eran los llamados a estrenar la primera llegada masiva.
Un accidente alteró el guion a 3,7 km de meta. Cavendish y Pedersen se fueron al suelo, el pelotón quedó dividido, con 50 hombres delante. El ritmo ya era endiablado. El Alpecin lanzó el esprint de lejos para Groves, no estaban todos, pero apareció por sorpresa Jonathan Milan, un gigante de fuerza bruta que fue capaz de colarse en la fiesta con honores. Y el premio de ganar en casa ante sus paisanos.
Este lunes el Giro abre la semana con la tercera etapa, entre Vasto y Melfi, con un recorrido de 213 km, los últimos 40 con alicientes interesantes, como la subida al Vallico del Laghi Di Monticchio (3a, 6,3 km a 6,4 por ciento) y al Vallico La Croce (4a, 3,1 km al 6), para después afrontar un descenso y unos 10 km en ligero ascenso que conducen a meta en la provincia de Chieti, en los Abruzzos.
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