La violencia tocó su vida y sobrevivió para evitar que otros caigan

Caicedo relata cómo, cuando delinquía y aún no estaba rehabilitado de las drogas, recibió un tiro en su cuello por un supuesto ajuste de cuentas.

Tras siete años de estar afectado por una paraplejia decidió darle un giro a su vida para poder ayudar a nuevas generaciones de su ciudad.

Ayuda a jóvenes de Manizales a que dejen los alucinógenos y a mitigar el dolor que les deja el consumo.

Creó la fundación Escuela contra la pobreza y su esfuerzo ya ha beneficiado a más de 500 niños y niñas de la comuna San José en su ciudad.

Recorre las calles convocando a los jóvenes para que ocupen su tiempo en actividades culturales una vez terminen las actividades escolares.

Dice que sueña con tener un edificio con varios terapeutas y que sirva de hogar de paso para ayudar a habitantes de la calle.

 

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