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El equipo napolitano, sin Camilo Zúñiga, jugó demasiado con fuego y, finalmente, terminó quemándose, es decir, perdió una gran oportunidad para apretar aun más la lucha por el "scudetto", pues podría haber aprovechado al máximo la derrota del sábado del líder, el Juventus de Turín, (1-3), ante el Inter de Milán, el segundo clasificado.
A pesar de ello, esta jornada deja una cabeza un poco más ajustada si cabe, con el Juventus de Antonio Conte con 28 puntos, seguido a solo uno de sus verdugos, el Inter de Andrea Stramaccioni, y del Nápoles de Walter Mazzari, el tercero en liza a 5 de distancia.
En el encuentro ante el Torino, un recién ascendido que está en la zona baja de la tabla, el Nápoli quiso levantar desde los primeros compases una muralla invisible en forma de gol de la que supo sacar rédito hasta el final de un encuentro.
El gol fue obra, una vez más, del uruguayo Edinson Cavani, el séptimo en su cuenta particular en lo que va de temporada, gracias esta vez a un pase del eslovaco Marek Hamsik, pero tan endeble fue esa muralla que ya en el tiempo de descuento el italiano Gianluca Sansone consiguió el empate para el Torino.
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