El Athletic, soportó como valiente el intenso frío y se hicieron merecedores de irse al descanso con un gol de ventaja, pero echaron por la borda su gol inicial en la segunda parte, en la que apenas crearon peligro.
El partido transcurrió con unas temperaturas que rondaron los 8 grados bajo cero, a los que se sumó una intermitente nieve que convirtió el estadio olímpico Luzhnikí en un paisaje siberiano.
Desde el principio se vio que el Athletic iba a por el partido, pese al frío siberiano y el césped artificial.
El técnico del Athletic, Marcelo Bielsa, no dio pie a las sorpresas y apostó por el once inicial esperado, mientras su colega del equipo local dejó en banquillo al veterano delantero Sichov, antaño un estandarte del club de los Ferrocarriles de Rusia.
Llorente tuvo el gol en su cabeza a los diez minutos en una jugada elaborada por todo el equipo desde la defensa, pero desperdició el centro de Susaeta al cabecear fuera cuando lo tenía todo a su favor.
Ante la timidez del equipo local, el equipo bilbaíno adelantó líneas y se hizo con el absoluto control del partido, empujando a los rusos hacia su portería.
De nuevo, Susaeta recibió al borde del área grande y disparó sin pensárselo para que el portero Guillerme atrapara el balón con una palomita (m.14).
Poco después, De Marcos tuvo en sus botas el primer gol al enganchar un magnífico disparo, pero el portero despejó a córner en una gran parada.
En ese momento del partido, el Athletic era dueño y señor del encuentro, sin que el Lokomotiv superara apenas el centro del campo, aunque los aficionados no dejaban de gritar "adelante".
El exzaragozista Zapater era el único que lo intentaba con sus pases al ecuatoriano Caicedo, a la postre el mejor jugador del partido, que se fajaba como podía con Javi Martínez y Amorebieta.
Mediada la primera parte el Athletic cedió en su presión y el Lokomotiv comenzó a salir tímidamente de su cueva y así llegó la mejor ocasión del equipo visitante
El gigante Tarásov disparó desde lejos, Iraioz despejó con apuros, pero el rechace no pudo ser aprovechado ni por Maicon ni por Glushakov (m.30).
El fútbol hizo finalmente justicia a los vascos en un magnífico contrataque fabricado por el excelente Susaeta, el mejor jugador en el campo.
Tras una carrera de treinta metros se llevó en velocidad a Yanváev con un caño, después regateó a Zapater y dio un pase de gol al segundo palo donde se encontraba Muniain. Éste no remató limpiamente, pero el balón entró pegado al poste izquierdo defendido por los rusos ante el júbilo de la poca, numerosa pero muy ruidosa parroquia vasca (m.35).
Casi sin tiempo para celebrarlo, Muniain hizo una buena jugada y cedió el esférico a De Marcos que disparó, pero su disparo de nuevo fue salvado por Guillerme (m.44).
El Lokomotiv dispuso de sus mejores ocasiones al final de la primera parte en una jugada de contrataque de Caicedo, que centró con mucha intención al corazón del área donde remató Maicon, pero despejó ágilmente Iraizoz.
El Athletic pasó sus peores minutos en la segunda parte, en la que los rusos decidieron echar toda la carne en el asador y presionaron como posesos a los vascos por toda la cancha.
Así llegó su primera ocasión, pero Zapater, omnipresente toda la noche, disparó al centro donde se encontraba el portero vasco, cuando había recibido un buen pase de la muerte al borde del área (m.51).
A los quince minutos, una jugada de fuerza de Caicedo que aguantó los golpes de Aurtenetxe que finalmente lo derribó dentro del área grande, caída que fue señalada como penalti por el árbitro rumano.
Glushakov, desaparecido durante todo el juego, engañó al portero vasco y anotó el gol del empate (m.61).
El mismo jugador se sacó de la manga un gran disparo desde fuera del área grande que obligó a Iraizoz a estirarse para evitar el segundo gol.
Lo inevitable ocurrió a falta de 20 minutos cuando un fallo garrafal de Amorebieta tras un centro desde la derecha le dejó el balón franco en los pies de Caicedo, que la colocó con maestría pegada al palo izquierdo de la portería bilbaína.
El Athletic ya no se repuso del golpe y bastante hizo con dejar la capital rusa con una derrota por un solo gol, ya que Iraizoz salvó a los suyos en varias ocasiones.
No obstante, los vascos sacaron su orgullo y a falta de tres minutos en una doble ocasión Guillerme despejó milagrosamente, una de ellas con los pies, sendos disparos de Llorente y De Marcos.
La vuelta se disputará en San Mames dentro de una semana, para lo que los rusos se concentrarán durante los próximos días en España.
Ficha Técnica:
2 - Lokomotiv Moscú: Guillerme; Shiskin, Belyayev, Burlak, Yanbáyev; Torbinsky (Obinna, m.67), Zapater, Glushakov (Ozdoev, m.88); Maicon (Sichov, m.89), Tarásov y Caicedo.
1 - Athletic Bilbao: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe (David López, m.78); Iturraspe, De Marcos, Herrera; Susaeta, Llorente y Muniaín.
Goles: 0-1,m.35: Muniaín. 1-1, m.61: Glushakov (penalti). 2-1, m.71: Caicedo.
Árbitro: Ovidiu Alin Hategan (RUM). Amonestó a Maicon, Torbinsky, Aurtenetxe y Guillerme.
Incidencias: partido de ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa disputado en el estadio olímpico Luzhnikí ante unos 15.000 espectadores.