Cuatro ultras del Olympique de Marsella fueron condenados este lunes a distintas penas de cárcel, uno de ellos a un año de prisión firme, por la invasión violenta del centro de entrenamiento del club, ocurrida en enero pasado.
La mayor pena fue para el tesorero de un grupo ultra, que llevó bengalas a la acción y lanzó una en el interior del centro, la cadena BFM-TV. Sin embargo, podrá cumplir la sentencia en arresto domiciliario con un bracelete electrónico.
Otros dos acusados, líderes de otros grupos ultras, fueron sentenciados a nueve meses de prisión, aunque tampoco ingresarán en la cárcel, igual que el último acusado, que recibió una pena de diez meses exentos de cumplimiento.
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El tribunal consideró que había prueba de una acción organizada entre diversos grupos de aficionados ultras.
Los incidentes ocurrieron el pasado 30 de enero, cuando unos 300 ultras violentos del OM entraron por la fuerza en el complejo deportivo, llamado La Commanderie, y saqueó parte de las instalaciones.
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El defensa central español Álvaro González fue golpeado en la espalda por un objeto lanzado por uno de los violentos.
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La policía detuvo a 25 personas y siete agentes resultaron heridos. Los incidentes obligaron a aplazar el encuentro de liga de esa noche ante el Rennes.
La acción violenta estaba dirigida contra la dirección del equipo.