El gol anulado a Neymar por fuera de juego al inicio del partido parecía una buena señal, y también la hiperactividad de Xavi, de nuevo al mando de las operaciones azulgranas el día que igualaba a su amigo Casillas como el rey de la 'Champions', con nada menos que 144 partidos disputados en la máxima competición continental.
Sin embargo, el Ajax no pareció impresionado por la fulgurante salida del rival y, poco a poco, fue haciéndose con el dominio del partido, como ya sucediera en su estadio hace ahora un año.
Fue una breve fase de agobio, en el ecuador de la primera mitad, para los de Luis Enrique que, incapaces de salir al ataque con el balón jugado, se limitaban a achicar balones mientras ganaban algo de aire detrás.
Unos minutos que hicieron presagiar lo peor para los visitantes, con un tiro que rozó el palo de Andersen y una volea de Klaassen que encontró una gran respuesta en Ter Stegen.
El Ajax, con un juego intenso, domó a su oponente hasta la media hora, cuando una llegada certera de Jordi Alba le recordó que el Barça sigue siendo, pese a todo, el Barça.
Cillessen le ganó la partida al lateral azulgrana en el mano a mano pero, a partir de ahí, los catalanes volverían a merodear de nuevo la meta 'ajacied' con relativa frecuencia.
A falta de diez minutos para el final de la primera mitad, Messi lanzó una falta ajustada al palo derecho de Cillessen, que voló para impedir el gol, pero en la continuación de la jugada, la fe de Bartra ganó la partida al portero holandés para centrar el balón de nuevo a Messi, que cabeceó a placer para hacer el 0-1.
El Barça, con viento a favor, fue aun más reconocible en la reanudación. Adelantó sus líneas de presión, buscó jugar siempre en territorio enemigo y templó el partido como en los viejos tiempos.
Luis Suárez, condenado una hora a la banda derecha, estuvo a punto de hacer el segundo la primera vez que recibió en la posición de '9', pero Cillessen tapó, de nuevo, el hueco por donde debía entrar el balón.
Los holandeses dieron señales de vida poco después: con un cabezazo al palo de Milik, que acababa de entrar por el desafortunado Sigthórsson.
Sin embargo, la expulsión de Velmant en el minuto 70 por cazar a Messi en una jugada en la que vio la segunda amarilla, y el segundo gol de la 'Pulga', al rematar en línea de gol una asistencia de Pedro desde la derecha, dejó desahuciado al equipo de Frank de Boer a falta de un cuarto de hora para el final.
El astro argentino acababa de igualar, con 71 tantos, al exmadridista Raúl como máximo goleador de la historia de la Champions. Y se fue a por el tercero, dispuesto a batir el récord. Lo intentó una y otra vez, con una suerte de regates y trucos que pusieron en jaque la defensa holandesa, pero le faltó suerte en la definición.
El marcador ya no se movió, pero el Barcelona se olvidó de su semana negra certificando su pase a la siguiente ronda. Ahora, se jugará la primera plaza del grupo con el PSG.
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