Con un solo punto luego de tres encuentros en la fase de grupos de la Liga de Campeones, el Manchester City no solo se ha complicado sus opciones de clasificación para los octavos de final en el grupo denominado "de la muerte", y que lidera el Borussia Dortmunt seguido del Real Madrid, sino que también ve peligrar el premio de consolación: el pase a la Liga Europa al tercero del grupo.
El propio entrenador Roberto Mancini, que guió la pasada temporada a los suyos hacia el título de la Premier League, reconoció tras el encuentro ante el Ajax en Amsterdam que necesitarán de un "milagro" para superar la primera fase de la Liga de Campeones.
Los ‘citizens', uno de los equipos que más ha invertido en Europa para reforzar su plantilla en los últimos años, partía en esta ocasión de nuevo entre los favoritos de la Champions.
El conjunto inglés, sin embargo, está en camino de repetir la decepcionante actuación que firmó la temporada pasada, cuando no pudo pasar a octavos en la que era su primera participación en la máxima competición europea en su formato actual.
Tras un encuentro en el que el desorden defensivo del City facilitó la labor de los delanteros del Ajax, Mancini decidió cargar con la responsabilidad: "La culpa es mía. No preparamos bien el partido", reconoció el entrenador.
"Pensé que el duelo transcurriría de una forma concreta y al final todo fue distinto. Cuando ocurre eso es muy difícil ganar", explicó el italiano, que sacó al campo a toda su artillería en los minutos finales de choque en un gesto de desesperación.
Después del tercer gol de los locales, Mancini renunció a defenderse y plantó sobre el césped a sus cuatro delanteros: los argentinos Sergio Agüero y Carlos Tévez, el italiano Mario Balotelli y el bosnio Edin Dzeko, que le han costado al City, en total, unos 170 millones de euros, pero que anoche no fueron capaces de marcar un gol.
Mancini, que no ha sido cuestionado en Manchester desde su llegada al banquillo en 2009, mostró un despliegue táctico errático durante el duelo ante el Ajax. Los ‘citizens' se ordenaron de inicio en el Ámsterdam Arena con un 4-2-3-1 que, ante los riesgos que había decidido tomar el entrenador rival, Frank De Boer, pronto se convirtió en un más conservador 4-4-2.
Durante la segunda parte, con el marcador desfavorable y sus opciones europeas esfumándose por momentos, el técnico reorganizó su equipo con un valiente 3-5-2 que tampoco dio el resultado esperado.
Tras el encuentro, el inglés Micah Richards reconoció que la línea de tres defensas era un plan que Mancini improvisó para la ocasión: "No es algo que hayamos trabajado mucho. Estamos acostumbrados a ser cuatro en la línea de defensa", admitió el futbolista, quien subrayó que "si eso es lo que quiere el entrenador, tenemos que hacerlo bien y ensayarlo más".
Mancini no quiso comentar las palabras de Richards - "No sé lo que ha dicho, pero no quiero discutir sobre eso", sentenció, y apeló al "espíritu de equipo" para tratar de recomponer al equipo de cara a los tres partidos que restan en la fase de grupos de la Liga de Campeones.
El City disputará sus próximos dos compromisos europeos en casa, primero contra el Ajax, el 6 de noviembre, y después ante el Real Madrid, el 21 de noviembre, y visitará por último al Borussia Dortumnd en el último encuentro de la liguilla, el 4 de diciembre.