La selección de Irlanda se impuso este lunes a Gales en Cardiff, un resultado que le permitió ascender al segundo puesto del Grupo D y ganarse así la presencia en el sorteo del repechaje de los ocho mejores segundos de la zona Europa.
El único gol del partido fue obra del centrocampista del West Bromwich inglés James McClean (57), que empaló de volea seca y dura desde el interior del área luego de un error de la defensa gales en la salida de balón.
El primer tiempo resultó insípido, con pocas ocasiones por parte de los dos contendientes y muchos pelotazos en largo y juego defensivo. Irlanda tuvo que esperar al tiempo extra para realizar un disparo al arco galés.
El segundo acto comenzó con mayor ritmo y dos peligrosos remates de cabeza de los locales. En el minuto 51 Chester envió el balón al lateral de la red, y dos minutos después fue Robson-Kanu a centro de Jonathan Williams el que obligó al arquero irlandés Darren Randolph.
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Pero cuando la afición local comenzó a creer en la victoria llegó el jarro de agua fría luego de una pérdida de balón del capitán galés Ashley Williams.
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Irlanda contemporizó y se cerró atrás para mantener su imbatibilidad fuera de casa (3 victorias y dos empates), y al final sólo se escucharon los gritos de los varios miles de aficionados irlandeses presentes en el estadio.
Con 19 puntos, Irlanda finalizó dos puntos por encima de Gales y se quedó a dos puntos del liderato ocupado por Serbia.
La 'Green Army', una de las selecciones que mayor colorido y afición aporta a las citas internacionales, está a dos partidos de regresar a un Mundial, lo que no conseguía desde la edición de Japón y Corea del Sur-2002.
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Por contra, la Gales del madridista Gareth Bale se quedó sin el sueño de volver a disputar un Mundial después de su hasta ahora única comparecencia en la cita planetaria, en Suecia-1958.
Bale, lesionado, sufrió como un aficionado más desde las tribunas del estadio de Cardiff, y será una de las estrellas ausentes en Rusia.
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