El comité de control y disciplina de la entidad había abierto un procedimiento contra Basilea por los incidentes que se produjeron en su estadio durante la disputa del encuentro de la anterior eliminatoria ante Salzburgo.
Este miércoles se hizo pública la sanción, que será la de jugar sus dos próximos partidos en competiciones europeas a puerta cerrada, el segundo de ellos supeditado a un periodo de prueba de dos años, así como una multa de 107.000 euros.
Los argumentos esgrimidos por el organismo europeo son la aplicación del artículo 16.2, por el lanzamiento de bengalas al campo, y el artículo 15.4, por "conducta inapropiada" del equipo helvético.
Ante esta sanción, Valencia contará con la ventaja de jugar en en el Sant Jakob Park de Basilea sin presencia de aficionados, una circunstancia similar a la que vivió en dieciseisavos de final ante Dinamo de Kiev, cuando el encuentro tuvo que disputarse en Nicosia debido a la difícil situación que entonces se vivía en la capital ucraniana.