El colista Santa Clara es el único obstáculo que separa al Benfica del título de la Liga portuguesa, que irá a las vitrinas del museo de las "águilas" en caso de victoria o, salvo milagro, de empate.
La gran decisión se aplazó a la 34ª y última jornada, y todo apunta a que el trofeo acabará en manos del Benfica el sábado.
El equipo lisboeta, para proclamarse campeón, necesita vencer al Santa Clara en su Estadio da Luz, pero también podría hacerlo si empata, ya que tiene una abismal ventaja de 11 tantos en la diferencia de goles sobre el Porto, segundo clasificado.
Incluso podría ser campeón si pierde, pero sólo si los "dragones" no ganan su choque contra el Vitória de Guimarães.
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El Benfica llega al partido decisivo después de un empate a dos en el clásico contra el Sporting de Portugal, que impidió a su viejo rival celebrar el título en su feudo, aunque los "encarnados" lograron remontar tras estar 2-0 abajo.
Ahora se enfrentará al Santa Clara, que sólo tiene en juego el orgullo, pues ya ha sido condenado al descenso, pero una inesperada victoria en Lisboa endulzaría una temporada bastante amarga para el equipo del archipiélago de las Azores.
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Ese escenario es el que desea el Oporto, que juega el sábado a la misma hora contra el Vitória de Guimarães, quinto clasificado.
Para infortunio del vigente campeón portugués, su próximo adversario es uno de los cuatro equipos con algo aún en disputa, ya que lucha con el Arouca por el acceso a la Liga Conferencia.
Sin embargo, los blanquiazules atraviesan su mejor momento de forma del curso, con una racha de diez victorias consecutivas entre Liga y Copa, la última de las cuales fue un 2-4 sobre el Famalicão en el que brilló el iraní Mehdi Taremi con un póker.
Taremi suma ya 21 goles en el campeonato, por delante de los 18 y 17 de los 'benfiquistas' Gonçalo Ramos y João Mário, respectivamente, y es ahora el principal candidato al premio 'pichichi'.
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También en esta última jornada, el Braga, con la segunda plaza fuera de su alcance y la tercera garantizada, recibirá este sábado al Paços de Ferreira, el otro equipo descendido directamente a la segunda división portuguesa.
Será la despedida de una de las mejores campañas ligueras de su historia -será la cuarta vez que acabe entre los tres primeros-, aunque el equipo del valenciano Abel Ruiz tendrá la mente puesta en la final de la Copa de Portugal, prevista para el 4 de junio contra el Oporto.
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Por su parte, el Sporting, cuarto clasificado, terminará este viernes un curso marcado por la irregularidad con una visita al Vizela sin nada que jugarse.