"Hay una gran confusión, pero cuanto más se discuta mejor será", declaró Maia un día después de que la cámara baja decidiera postergar hasta la semana próxima la votación de la ley que regulará todo lo relativo al Mundial que se jugará en Brasil.
Maia admitió que la venta de cerveza en los estadios, que está absolutamente prohibida por ley en el país, es el punto de mayores conflictos en la cámara baja, pues un gran número de parlamentarios se opone a permitirlo durante el Mundial, ya que consideran que de ese modo se "entregaría" la soberanía nacional.
"Cuánto más se discuta será mejor", indicó Maia, quien descartó que la demora del debate parlamentario pueda agriar aún más el clima con la FIFA, cuyo presidente, Joseph Blatter, será recibido este viernes por la jefa de Estado, Dilma Rousseff.
Maia también subrayó que los diputados votarán "como siempre, de forma autónoma, y en función del propio debate" que ha generado en el Congreso todo lo relacionado con el Mundial.
Este miércoles, cuando se decidió postergar la votación hasta la semana próxima, la bancada oficialista barajó la posibilidad de que el artículo referido a la cerveza en los estadios fuera retirado del texto legal, de modo de facilitar su aprobación.
"Si ese punto no se incluye" cada uno de los doce estados que serán subsedes del torneo podrían "hacer sus propias negociaciones y definir en sus propios ámbitos si se podrá vender cerveza en los estadios o no", indicó el jefe del grupo oficialista en la cámara baja, Arnildo Chinaglia.
Sin embargo, el propio Gobierno le salió al paso a esa propuesta y subrayó, mediante una nota oficial difundida por el Ministerio de Deporte, que la venta de cerveza en los estadios forma parte de los compromisos que asumió el país con la FIFA cuando aceptó organizar el Mundial.
Según la prensa local, que cita fuentes de la FIFA, los atrasos en la aprobación de la ley y en muchas obras, así como el debate en torno a la venta de cerveza en los estadios, serán tratados mañana por Blatter en la reunión que mantendrá con Rousseff.
Ese encuentro será el primero entre autoridades del país y de la entidad rectora del fútbol mundial desde la polémica generada por declaraciones del vicepresidente de la FIFA, Jerome Valcke, quien afirmó que los organizadores del Mundial merecían una "patada en el trasero" por sus atrasos en obras y la aprobación de la ley.