El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, ha admitido este viernes ante el juez su responsabilidad en un presunto fraude de impuestos en el año 2014, aunque lo ha vinculado a malos consejos de sus asesores, y se ha desmarcado de la acusación relativa al ejercicio 2015.
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El técnico italiano ha comparecido esta mañana ante el juzgado de instrucción número 35 de Madrid, donde se le ha preguntado por la denuncia que la Fiscalía tiene contra él por la posible comisión de dos delitos contra la Hacienda Pública en los ejercicios fiscales de 2014 y 2015, en los que, según la tesis del ministerio público, habría dejado de ingresar al erario público 1.062.079 euros.
Durante la comparecencia, Ancelotti ha admitido que no tributó adecuadamente los impuestos referentes al primer año, correspondiente a su primera etapa al frente del club blanco, si bien ha justificado a su vez que estaba mal asesorado por sus colaboradores, según ha adelantado El Mundo y confirman a Efe fuentes jurídicas.
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En consecuencia, ha mostrado su voluntad para pagar la cantidad que se le reclama.
No ha hecho lo mismo respecto a la acusación relativa al ejercicio 2015. Ancelotti ha discrepado de la tesis de la acusación al sostener que ese año, en el que dejó de entrenar al Real Madrid, no había estado el tiempo suficiente en España (183 días) para que, de acuerdo con los criterios de la Agencia Tributaria, se le pueda considerar contribuyente de la Hacienda española, añaden las fuentes.
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La denuncia del área económica de la Fiscalía sostiene que, a lo largo de los ejercicios fiscales de 2014 y 2015, el técnico "no obtuvo rendimientos por su actividad profesional de entrenador de ningún otro club deportivo", ya que hasta la temporada 2016/17 no se incorporó al Bayern Múnich, por lo que "su fuente de ingresos principal la constituyó su relación con el Real Madrid".
En esas dos temporadas firmó dos contratos con el club blanco, uno correspondiente a su relación laboral por cuenta ajena y otro referido a la cesión de sus derechos de imagen.
Según la Fiscalía, "con ánimo de eludir injustificadamente sus obligaciones con el erario público", Ancelotti excluyó los rendimientos correspondientes a la explotación de sus derechos de imagen, así como los derivados de su relación con el club madrileño o los percibidos como consecuencia de los contratos relacionados con otras marcas.