Entre el cierre parcial de 5.000 asientos, la controversia del ultra defensivo plan que propuso hace una semana y la necesidad de atacar, marcar algún gol y ganar, por ese orden, el Atlético de Madrid se expone este miércoles al Manchester City en un partido decisivo, del que saldrá una sentencia firme sobre la capacidad actual del equipo rojiblanco, la utilidad del planteamiento en la ida de Diego Simeone y la clasificación para las semifinales de la Champions League, inalcanzables para él desde hace un lustro: 2016-17.
El gol de Kevin de Bruyne en el minuto 70 del partido del pasado martes en el estadio Etihad sobrepasó el debatido ejercicio de repliegue al que se encomendó de forma indudable el Atlético, que ni tiró a portería ni fuera ni a ningún lado, dentro de una misión de resistencia que alcanzó hasta entonces, entre la forma con la que limitó las ocasiones de su adversario, pero también con la que su oponente rebajó los riesgos ante el temor a algún contragolpe.
En ese panorama, el 1-0 no dejó a nadie insatisfecho. Ni al Atlético, que enfatizó su funcionamiento defensivo, el factor del encuentro de vuelta en su estadio y la supervivencia con un mínimo daño en el marcador, ni al City, reafirmado como favorito, al frente de la eliminatoria y con el abanico de resultados que le permite seguir adelante: cualquier victoria, cualquier empate, hasta la derrota por uno, que provocaría la prórroga y los posteriores penaltis en un duelo que ya no admite matices.
El plan del Atlético para la vuelta es una incógnita. No puede ser tan defensivo como lo fue el pasado martes, porque la clasificación exige como mínimo un gol a favor y entonces no lanzó entre los tres palos, pero tampoco se aventura una ofensiva total que lo descubra demasiado en su retaguardia, teniendo en cuenta la colección de buenos futbolistas, recursos y talento que tiene a sus órdenes Pep Guardiola y todo lo que pueden hacer cada uno de ellos con espacios por delante.
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Probablemente, Simeone alterne registros, como hizo en 2016 para levantar al Barcelona el 2-1 de la ida con un 2-0 en el Vicente Calderón, pero, sobre todo, rebusque el más mínimo detalle que haga vulnerable a su oponente para incidir en él.
Un ejemplo que propone al Atlético como capaz de rebasar cualquier desafío, pero que pertenece a un pasado ya no tan cercano, que poco o nada tiene que ver con el presente del equipo. Entonces era un aspirante a ganar la Liga de Campeones. Ahora lo es mucho menos, lastrado por su inconstancia, por sus errores atrás en determinados momentos, por su falta de contundencia ofensiva en otros, pero siempre por debajo del nivel que se espera a lo largo de todo el presente curso.
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La derrota en Mallorca, justo después de perder 1-0 con el City, trasladó al resultado las dudas en el juego que ya había ofrecido incluso en los ocho encuentros consecutivos sin perder con los que respondió al batacazo ante el Levante (0-1), porque el Atlético ganaba pero casi nunca de forma incontestable, casi nunca con un encuentro a la altura de las expectativas, salvo excepciones, como el 1-3 al Betis o toda la eliminatoria contra el Manchester United, tanto en el 0-1 en la vuelta en Old Trafford como el 1-1 en su casa.
¿Tiene el Atlético equipo para superar al Manchester City? Sí parece. Pero necesita su mejor versión, colectiva e individual, de hombres llamados a ser cruciales este miércoles en el once que propondrá Diego Simeone, como Joao Félix -ha participado en nueve goles, siete suyos y dos de sus compañeros en los últimos diez choques oficiales-, Jan Oblak, Antoine Griezmann, Marcos Llorente, Koke Resurrección o Stefan Savic, o de recursos ofensivos desde el banquillo, como los delanteros Luis Suárez, Ángel Correa o Matheus Cunha.
La alineación desprende incógnitas en dos posiciones. Una en el carril izquierdo, con Yannick Carrasco, ya superada la sanción de tres encuentros en la Liga de Campeones, o Renan Lodi, y otra en el puesto que desempeñará Marcos Llorente, probablemente en el medio. Si es así, Sime Vrsaljko jugará por la derecha. Si, en cambio, él ejerce como lateral, habrá un sitio en el medio bien para Thomas Lemar o bien para Rodrigo de Paul, sea cual sea el sistema, o para que jueguen a la vez Lodi y Carrasco.
Sobre ese once, que se completaría con Felipe Monteiro y Reinildo Mandava como compañeros de Savic en la defensa, circula la alineación probable del Atlético, siempre abierta a las sorpresas que promueven este tipo de partidos tan diseñados en la pizarra y tan detallistas. Y también que ninguno de los dos lesionados del Atlético (José María Giménez y Héctor Herrera) estén en condiciones de jugar o partir como titulares, como así parece. Ninguno de los dos jugó en la ida ni el pasado sábado contra el Mallorca ni participó con el grupo en la sesión matutina en el Wanda Metropolitano. Su participación es improbable.
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Se prevé un ambiente espectacular, de las grandes noches en el Metropolitano, con todas las entradas vendidas, con el cierre parcial de un sector de 5.000 aficionados con el que le ha sancionado el Comité de Apelación de la UEFA, siempre que el Tribunal de Arbitraje Deportivo no le conceda la suspensión cautelar, por el comportamiento discriminatorio de sus seguidores ultras en la ida de hace una semana en el estadio Etihad y con una racha en casa a la que no está acostumbrado: no ha ganado ninguno de sus seis compromisos recientes de la Liga de Campeones en su estadio; una rareza con Simeone, como lo está siendo esta temporada, tan irregular, tan desconocida y tan pendiente ahora del City.
Cualquiera que pensara que el Manchester City iba a salir tocado de sus dos primeros partidos de las semanas más complicadas de su temporada, con tres títulos en el alambre, se equivocó completamente. Los de Pep Guardiola refrendaron su triunfo ante el Atlético de Madrid con una exhibición ante el Liverpool, que no les reportó los tres puntos (2-2), pero sí el músculo de equipo superior a prácticamente todo lo visto en Europa y de favorito a cada encuentro que jueguen.
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Guardiola maneja los diferentes tempos para adaptarse al equipo que tenga enfrente. Al Atlético de Madrid lo maniató a pases hasta que encontró el hueco; al Liverpool lo presionó hasta convertirlo en un conjunto inferior, al que golpeó como si de una pelea de boxeo se tratara. Un centímetro, en un fuera de juego de Sterling, y una mala definición de Mahrez les privó de la victoria, pero la moral con la que salen de Inglaterra rumbo a Madrid es mayor que la de hace una semana antes de recibir al Atlético.
Además, el técnico español recupera en el carril derecho a Kyle Walker, lo que le permite devolver a Joao Cancelo, uno de los focos del ataque en el partido de ida, al lateral izquierdo. Con Kevin De Bruyne en estado de gracia y Bernardo Silva y Rodrigo Hernández como intocables, a Guardiola solo le quedará decidir qué hacer arriba.
La baja de Gabriel Jesús por tarjetas amarillas abre la puerta a Mahrez, en caso de que Guardiola opte por más desborde. Si prefiere retener más la pelota, la opción es Jack Grealish. También puede prescindir de ambos y meter a Ilkay Gündogan en el medio, subir a De Bruyne como falso 'nueve' y acompañarle de Phil Foden, ahora sí intocable, y Sterling. Las opciones de Guardiola son infinitas.
Con la ventaja de 1-0, el City avista las terceras semifinales de su historia en la Champions League, las segundas consecutivas y las segundas desde que llegó Guardiola.
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Alineaciones probables:
Atlético de Madrid: Oblak; Vrsaljko, Savic, Felipe, Reinildo, Carrasco o Lodi; Llorente, Koke, Kondogbia o Carrasco; Griezmann, Joao Félix.
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Manchester City: Ederson; Walker, Stones, Laporte, Cancelo; Bernardo, Rodri, Gündogan; Foden, De Bruyne y Sterling.
Árbitro: Daniel Siebert (Alemania).
Estadio: Wanda Metropolitano.
Hora: 2:00 p.m. (hora colombiana)