Con el agua al cuello, sin margen de error, con el presente en discusión y el futuro incierto afrontan el París Saint Germain y el Chelsea , especialmente, la vuelta de los octavos de final de laUEFA Champions League, tabla de salvación y garantía de sosiego si el resultado es favorable.
La historia del campeón francés con la Champions es un amor aparentemente imposible. Una espera que nunca llega, una decepción tras otra a cual mayor. Cada desembolso es mayor al inicio de cada curso. La apuesta, cada vez más firme. Saturado de ganar la Ligue 1 y el resto de torneos domésticos, solo la competición continental, huérfana en su historial, genera controversia y pasión entre el seguidor.
Nunca estuvo más cerca que en el 2020, el año de la pandemia, cuando llegó a la final en Lisboa que le arrebató el Bayern Múnich, justo el rival con el que está citado el miércoles y que, ya en la ida, complicó el panorama europeo, otra vez, del cuadro de Christophe Galtier.
El francés Kingsley Coman, canterano parisino, volvió a ser, igual que sucedió hace tres temporadas, el verdugo del París Saint Germain. Desequilibró aquella final y también la ida de esta edición jugada en el Parque de los Príncipes.
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Afronta el Bayern la vuelta, en Múnich, con el marcador a favor por 1-0. El campeón de la Ligue 1 se aferra a los antecedentes a doble partido y a su estrella Kylian Mbappe que en el primer encuentro solo jugó a medias. Se motiva el PSG con el enfrentamiento de cuartos de final del 20-21 cuando ganó en el Allianz Arena por 2-3 y luego perdió en París 0-1. Se clasificó el representante francés que el miércoles contará al cien por cien con Mbappe y también con Messi aunque no con Neymar.
"Cuando hemos jugado al ataque les hemos incomodado. Hay que ser optimista. La eliminatoria no ha terminado. Nos vamos a clasificar", advierte Mbappe.
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Poco a poco el Bayern ha recuperado el buen nivel. Después de varios tropiezos a la vuelta del Mundial que han estrechado la carrera por la Bundesliga, el conjunto de Julian Nagelsman ha retomado la autoridad. Especialmente en Europa.
Igual o más relevancia tiene su compromiso en la Liga de Campeones para el Chelsea que recibe al Borussia Dortmund, uno de los equipos en mejor forma del Viejo Continente y que acude a Stamford Bridge con el 1-0 de renta que logró en la ida con el gol de Karim Adeyemi.
No le queda nada más al combinado londinense. Sin objetivo a tiro en la Premier, estancado en la décima posición, lejos de Europa y aún más distanciado de los cuatro primeros lugares, el Chelsea afronta el martes más que un duelo clave, una cuestión de supervivencia.
El equipo que más se ha gastado en el mercado invernal, reforzado con el portugués Joao Felix, el ucraniano Mykhailo Mudryk o el argentino Enzo Fernández, entre otros, ni mejora en la competición inglesa ni en la europea. Lleva cinco encuentros sin ganar en la Premier (tres empates y dos derrotas) además del tropiezo en el Signal Iduna Park de Dortmund en la Champions.
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El Chelsea necesita dar la vuelta al 1-0 en contra de la ida. Pero los blues no han marcado en diez de sus últimos quince encuentros. "Estamos solo en la mitad de la eliminatoria. Tenemos que estar unidos. somos un equipo en construcción y sabemos que hay muchas cosas positivas. Se necesita también suerte aunque no puedes esperar a que llegue. Hay que trabajarla", indicó Graham Potter, entrenador del conjunto londinense cada vez más en entredicho.
Tampoco está resuelto el duelo entre el Tottenham y el Milan. Con tres victorias seguidas en la Serie A a la que se une el logrado en el Giusseppe Meazza ante el equipo de Londres en la ida de octavos el cuadro de Stefano Pioli parece haber recuperado el pulso competitivo.
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El gol logrado por el español Brahim Díaz alienta las esperanzas milanistas que se aferran a la ventaja lograda para contemplar la vuelta a los cuartos de final de la máxima competición continental que han conquistado en siete ocasiones.
La eliminatoria está en el aire. El Tottenham, finalista hace cuatro ediciones, considera la clasificación al alcance. A la mejoría mostrada en la Premier -es cuarto otra vez, en zona de Liga de Campeones- con dos victorias seguidas, asumió una nueva decepción tras caer eliminado de la Copa de Inglaterra por el Sheffield, de la Championship.
"En nuestro campo, con nuestra gente empujando, veo factible ganar al Milan. Nuestros seguidores crearán el ambiente adecuado para que podamos hacer un gran partido y pasara a la siguiente ronda", confió Antonio Conte que vuelve a verse las caras contra un equipo italiano.
La eliminatoria aparentemente más desequilibrada, más decantada, es la fijada en Lisboa, el martes. El Benfica tiene un pie en los cuartos después de ganar en Bélgica al Club Brujas por 2-0.
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Los tantos de Joao Mario y David Neres dejaron contra las cuerdas al representante belga, sorpresa de la fase de grupos. Tiene el Club Brujas un panorama complicado ante un adversario sólido en su campo, el estadio Da Luz donde en diecisiete encuentros como local ha ganado quince y ha empatado dos.
El representante portugués es el que más cerca está de la siguiente ronda. El Club Brujas es cuarto en la competición belga a veinte puntos del primer lugar. Sin embargo, el combinado del alemán Roger Schmidt lidera la Liga de Portugal con ocho puntos de ventaja sobre el segundo. Acumula seis triunfos seguidos. Apunta a cuartos.
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