El flamante entrenador del Chelsea, Rafael Benítez, todavía es resistido por la hinchada y es abucheado estruendosamente en cada partido en el Stamford Bridge. En medio de tanta hostilidad, el equipo no anotó gol en cuatro de los seis encuentros que lleva jugados como local desde que llegó el español al banquillo.
Los ‘blues' enfrentarán el miércoles al Southampton en un partido reprogramado de la Premier League. "Cuando ganemos, la hinchada estará de nuevo con nosotros", afirmó el portero del Chelsea, Petr Cech.
Los hinchas de Arsenal, por su parte, llevan ocho años sin festejar títulos y su entrenador, Arsene Wenger, sabe que están perdiendo la paciencia. El malestar es tal que el estratega francés reconoce que a sus jugadores ya les cuesta jugar en su propia casa, el Emirates Stadium.
En Stamford Bridge el Chelsea no la pasa del todo bien. Perdió hace poco ante el Queens Park Rangers y el Swansea, la hinchada abuchea constantemente a Benítez y al delantero Fernando Torres, que no la emboca, y el ambiente en las tribunas es cada vez más negativo.
El malestar se agravó cuando el club no le ofreció renovar el contrato a Frank Lampard, el segundo capitán del equipo y gran estandarte de la institución.
Benítez cree que los problemas en casa no son consecuencia del hostigamiento de la gente sino de la actitud defensiva que asumen los rivales. Afuera, afirma, sus jugadores tienen más espacio para atacar.
El estratega español tiene que decidir entre Torres o Demba Ba, a quien lo apoyan sus goles desde que llegó procedente del Newcastle a principios del mes.
Arsenal recibirá al Swansea el miércoles en el partido de vuelta de semifinales de la Copa de la Liga. "Estamos un poco nerviosos y no jugamos con la serenidad necesaria en casa. Eso se hace evidente por la forma en que empezamos los partidos", dijo el timonel de los ‘gunners', que el domingo cayeron 0-2 como locales ante el Manchester City.