Procedente del biatlón, Florian Lipowitz es ahora un serio candidato a subir al podio del Tour de Francia y despierta, a pesar de su carácter reservado, las pasiones por el ciclismo en Alemania.
Tercero en la clasificación general y maillot blanco a mejor joven antes de la tercera semana, el corredor del Red Bull Bora está confirmando las expectativas que generó en la París-Niza (2º) y después en el Dauphiné (3º), y ha logrado impresionar al mismísimo Tadej Pogacar.
"Un buen chico, muy chévere. Y sobre la bicicleta es realmente fuerte, con un gran margen de progresión en todos los aspectos", subraya el maillot amarillo luego de haber coincidido con 'Lipo' en el ascensor de su hotel.
Y el gran público también ha descubierto a este joven de 24 años, que hasta hace apenas seis años no practicaba el ciclismo en serio.
En un pasado no tan lejano fue un prometedor biatleta en Ulm, sur de Alemania, como su hermano mayor Philipp, campeón del mundo júnior.
Pero una sucesión de lesiones en la rodilla le orientaron hacia en ciclismo, que practicaba con su familia.
Cuando aún era adolescente atravesó los Pirineos y los Alpes en excursiones de hasta 900 kilómetros a la semana.
Su vida dio un giro un día de enero de 2020 cuando tocó la puerta de Ralph Denk, patrón del equipo Red Bull Bora. 'Lipo' se presentó con ropa de corredor. Venía de hacer 100 km en bici.
"200 km en pleno invierno"
"Fue impresionante porque hacía mucho frío. Al final de nuestra entrevista le pregunté si su madre vendría a buscarlo. Me respondió: bueno... no, vuelvo en bici. 200 kilómetros entre ida y vuelta en pleno invierno", recuerda Denk.
Después de unas pruebas superadas, Lipowitz entra a formar parte del equipo Tirol KTM, vivero de Red Bull, donde sigue formándose antes de pasar a profesional en 2023.
No tarda en impresionar a su director deportivo Rolf Aldag. "Un gran motor, increíblemente potente. E incansable", cuenta el alemán a la AFP desde el Tour.
"Aún no le he encontrado punto débil. Incluso es muy ágil sobre la bicicleta, lo que es raro en alguien llegado tan tarde al ciclismo", explica Ralph Denk.
Lo está demostrando en su primer Tour de Francia: sexto en la crono llana en Caen, en el top-5 en las tres etapas pirenaicas.
Su forma es tal que parece incluso haber arrebatado el rol de jefe de filas a Primoz Roglic, 6º en la general.
"Para aprender"
"Por el momento parece por encima pero seguimos aspirando al podio con los dos. Somos el único equipo con dos corredores tan bien posicionados en la general", apunta Aldag.
Lipowitz, pese a todo, muestra un perfil modesto, e insiste en que está "para aprender" de Roglic, con el que mantiene una buena relación. "Los dos venimos de deportes de invierno, eso acerca", sostiene.
En su país, Alemania, el entusiasmo es palpable. "Hace un servicio de locura al ciclismo alemán", constata su compatriota Nils Politt, compañero de Pogacar.
El último alemán en haber subido al podio del Tour es Andreas Klöden en 2006. Y,sobre todo, los años de plomo del dopaje hicieron mucho daño a la popularidad del ciclismo en el país de Jan Ullrich, hasta el punto de que las cadenas ARD y ZDF dejaron de retransmitir el Tour en directo entre 2012 y 2015.
"Tratamos de protegerlo al máximo, es completamente nuevo para él", señala Rolf Aldag.