Llegamos como animadores y hasta con el rótulo de favoritos a la celebración de los 100 años de la Copa América. Llegamos con la ilusión de mantener la imagen lograda en el mundial de Brasil 2014, inclusive el mantener la estampa de equipo sólido y fuerte mostrada en la última aparición en las eliminatorias suramericanas camino a Rusia 2018 donde con superioridad le ganamos al líder, Ecuador. Sin embargo el balance dejado por nuestra selección después de 5 partidos es triste, sombrío y lleno de dudas, de cara a lo que viene para el combinado tricolor. Muchos objetivos fueron planteados para este certamen. Sin duda el más importante de todos era el aprovechar este torneo corto para medir, probar y afianzar un recambio que viene exigiendo la selección, al igual que preparar algunos jugadores para el próximo compromiso olímpico en Brasil. Otro objetivo planteado fue el generar memoria de juego y aprovechar este mes de tener disponible todos los elementos para trabajar desde lo táctico para ensayar variantes, módulos, repeticiones y afianzar sociedades. Otro objetivo fue el mantener el nivel para llegar a las eliminatorias que se reanudan en septiembre con un estado óptimo y permitir seguir peleando por un cupo al próximo mundial. Sin embargo, después de estos 5 partidos las reflexiones y las preocupaciones son demasiadas. La primera de todas y la que más angustia arroja: El fútbol generado. El balance es pobre: cinco partidos jugados, dos ganados, uno empatado (Definido a favor en la definición por tiros desde el punto penal) y dos perdidos. Seis puntos de quince posibles, 40% de efectividad y la idea de juego e identidad del equipo, venida de más a menos con cada partido jugado. La segunda preocupación: Los errores del cuerpo técnico quienes se equivocaron al tener una corta convocatoria. En momentos de angustia en algunos pasajes de los partidos jugados, si se miraba hacia el banco para buscar una solución inmediata para mejorar el tránsito de los mismos, no la había, tan escasa como el fútbol propuesto. Muchos nombres quedaron por fuera de la convocatoria y muchos de los tenidos en cuenta no dieron la talla: Marlos, Dayro Moreno, Frank Fabra, Carlos Bacca, Edwin Cardona. Tercera preocupación: las Decisiones técnicas. El experimento ridículo ante Costa Rica al poner 10 jugadores que jamás habían jugado juntos y el planteamiento de juego ante Chile,con un módulo 4-1 4-1 contando con un solo recuperador y todos tirados al ataque dejó mucho qué desear sobre la lectura de los partidos y el estudio del rival antes de enfrentarlo. Pékerman hace mucho tiempo no dirige bien, no lee bien, no ejecuta bien los cambios y no selecciona bien. No todo puede ser negativo en este periplo por Estados unidos. Podemos hablar de varios puntos valiosos desplegados en esta participación. El primero y más fulgurante: Arquero es lo que tenemos. David Ospina es lejos, el mejor jugador de la Selección. Es increíble que a pesar de no ser titular en su actual club y el haber tenido una temporada tan irregular, en cada actuación refleje su profesionalismo y calidad demostrando que está intacto. Segundo punto valioso: La pareja de centrales, si bien tuvieron algunos momentos de desconcentración, creo que se afianzan en sus puestos. Tercer punto: Daniel Torres. Pedido a gritos para estar en la selección mayor, fue uno de los más regulares en su actuación. Su sacrificio, entrega y amor propio lo hacen ver como dueño del medio campo y de su puesto. A su lado puede jugar cualquiera, sea Carlos Sanchez, Sebastián Pérez o Guillermo Celis. Cuarto punto: Roger Martinez. Fue el mejor jugador ayer contra Chile. Rápido, movedizo, encarador y valiente, con movimientos muy interesantes que denotaron poder ser un muy buen refuerzo en la delantera. Por último mencionaría el pundonor y liderazgo de James Rodriguez. No fue su mejor actuación pero su entrega y sacrificio contagia para ir por más, como ocurrió ayer donde, a pesar de ir perdiendo casi desde el vamos, el equipo mantuvo la actitud de ir a buscar el partido. Sólo queda respirar, reflexionar y trabajar. Por ahora, concentrarse en lograr el tercer puesto en esta edición conmemorativa, para igualar por cuarta vez nuestra mejor actuación en este certamen lograda sólo en 1987, 1991 y 1995 y confiar en este cuerpo técnico que ya demostró que con una excelente planeación y buenas decisiones se puede mejorar en el juego para así enderezar el camino hacia el verdadero objetivo, calificar al mundial de Fútbol Rusia 2018. Por: Iván Liévano // Twitter: @ivanlievano
Actualizado: enero 25, 2017 12:02 p. m.