Los dos goles de Ramos en la victoria a domicilio del sábado ante el Mainz 05 (1-3), equipo en el que también milita el colombiano Elkin Soto, sirvieron para sacar, al menos de momento, al equipo berlinés de una situación que se parecía mucho a la de un enfermo terminal.
"Hablé varios días con él y le dije que era responsable junto con (el brasileño) Raffael de darle forma al juego ofensivo. Eso es lo que ha hecho", dijo el entrenador del Hertha, Otto Rehagel.
Ramos fue declarado el mejor del partido que deja al Hertha un punto por debajo de la zona de la permanencia. Su segundo gol, un remate al segundo poste desde unos doce metros, sirvió para sentenciar un partido que el Hertha necesitaba ganar a toda costa.
Ramos está jugando su tercera temporada con el Hertha y en las tres estuvo siempre mucho en juego. Ramos llegó a Berlín hace dos temporadas, cuando el equipo acaba de hacer una gran campaña, metiéndose en las competiciones europeas y quedándose a muy poco de la clasificación de la Liga de Campeones.
En la primera temporada de Ramos el Hertha se fue al descenso. El colombiano pensó en marcharse de Berlín pero el equipo insistió en mantener al equipo unido para lograr el ascenso directo inmediato. Con Markus Babbel al frente del equipo, la misión se cumplió y el Hertha volvió lleno de esperanzas a la primera Bundesliga.
Ramos, por lo demás, desempeñó un papel clave en la segunda liga, siendo el goleador del equipo y marcando el gol que selló el ascenso.
La primera ronda no fue para tirar cohetes pero todo indicaba que el Hertha lograría la permanencia sin problemas. Sin embargo, vino una lucha de poder entre Babbel y el director deportivo Michael Preetz que terminó con la destitución del primero, que fue reemplazado por Michael Skibbe.
Skibbe tuvo una racha negra con el Hertha y el equipo -tras cinco derrotas consecutivas- entró en proceso de descomposición. La consecuencia lógica fue el cese de Skibbe. Luego, con un interino en el banquillo, siguió una derrota ante el Colonia y entonces llegó Rehagel en plan de emprender una misión imposible.
El debut de Rehagel fue nada menos que ante un Bayern en racha goleadora y el Hertha encajó seis goles en casa. Sin embargo, pese a la goleada con visos de catástrofe, había algo que había cambiado. El público no dejó de animar al equipo -aunque a veces con gritos poco amables.
Algunos dijeron que en ese partido los seguidores del Hertha aceptaron la catástrofe pensando que el equipo necesitaba su apoyo para lo que venía después. Y en el siguiente partido vino la resurrección, liderada por Ramos.
De Rehagel se sabe que cuando decide apostar por un jugador y darle abiertamente una responsabilidad especial entra en una simbiosis muy fuerte en la que ofrece y exige lealtad total. En ese sentido, es de esperar que en lo que queda de temporada Ramos, de 26 años, sea una de las piezas claves del Hertha en la lucha contra el descenso.