Con dramatismo, Liga de Quito se coronó campeón de la Copa Sudamericana

La expulsión de Ulises De la Cruz en el temprano minuto 17 dificultó sobremanera la tarea de los ecuatorianos, que se vieron obligados a olvidar el ataque y a encerrarse en su área todo el partido. Los goles de Diguinho (minuto 13), Fred (m.43) y Gum (m.71) les dieron esperanzas a los brasileños, que se quedaron a apenas un tanto de igualar la eliminatoria y forzar un tiempo extra de treinta minutos. Con un global de 5-4, el Liga de Quito se convirtió en el primer equipo ecuatoriano en ganar este torneo internacional, en el mismo escenario y ante el mismo rival ante el que ganó la Copa Libertadores de 2008 en la tanda de penaltis. Un milagro necesitaba el Fluminense para cuajar la remontada, pero la noche de Río de Janeiro volvió a mostrar su cara más cruel para los locales y los hinchas cariocas se quedaron de nuevo con la miel en los labios, como hace exactamente un año y cinco meses. El conjunto quiteño tenía una labor teóricamente fácil por delante, contener a un Fluminense urgido por la necesidad de inaugurar el marcador cuanto antes y bajar el diapasón del partido cuando controlase el balón. Pero los pupilos del uruguayo Jorge Fossati confundieron la tranquilidad con una siesta y, desde el inicio, le regalaron a los brasileños el control del esférico y preciosas ocasiones. En el primer remate al arco, un zurdazo de Diguinho desde muy lejos, se convirtió en el gol inaugural a los 13 minutos, con la colaboración involuntaria de William Araujo, que cambió la trayectoria al intentar despejar. Poco después, los ecuatorianos recibieron una segunda bofetada: la expulsión de Ulises De la Cruz por una entrada violenta a destiempo sobre Diguinho. Con un hombre más en el campo y el argentino Darío Conca campando a sus anchas en los dominios de la Liga de Quito, el dominio de los cariocas se afianzó de forma palpable. Liga reaccionó, cerró sus filas, defendió muy compacto y resistió hasta justo antes del descanso, cuando Fred recibió un buen pase de Alan en la frontal del área, solo frente al guardameta Alexander Domínguez, y remató con frialdad, colocado a la base del palo contrario. El 2-0 le dio alas a una afición que entonces veía cerca la remontada y que llevó en volandas a sus jugadores, que se quedaron en el césped durante el descanso para sentir el aliento del público. El 'flu' insistió y rozó el tercero en un remate de Ruy, que acababa de ingresar al campo y envió el balón al poste derecho en un testarazo, tras un pase providencial de Conca. El mismo argentino forzaría un córner con un derechazo y, a continuación, sirvió desde la esquina la asistencia que el defensor Gum transformaría en el tercer gol de la noche con un remate de cabeza fuerte y colocado que dejaba a los brasileños a tan solo un gol de forzar los penaltis y con veinte minutos por delante. Pero la presión hizo que Fred perdiera los nervios y, al protestar por una falta, arreó un cabezazo al árbitro, el paraguayo Carlos Amarilla, que no dudó en expulsar al delantero. Sin su mejor hombre y ante un Liga que se defendía con uñas y dientes, el 'flu' perdió el rumbo en los últimos minutos y volvió a presenciar la celebración de los ecuatorianos en su feudo. Ficha Técnica: Fluminense: Rafael; Gum, Dalton, Mariano (m.87, Mauricio); Marquinho, Diogo (m.67, Raphael Augusto), Darío Conca, Diguinho; Adeílson (m.57, Ruy), Alan y Fred. Entrenador: Cuca. Liga de Quito: Alexander Domínguez; Norberto Araujo, Carlos Espínola, Jairo Campos; Néicer Reasco, Ulises De la Cruz, William Araujo, Diego Armando Calderón; Edison Méndez; Walter Calderón (m.25, Pedro Larrea y m.83, Renan Calle) y Claudio Bieler (m.89, Miller Bolaños). Entrenador: Jorge Fossati. Goles: 1-0, m.13: Diguinho. 2-0, m.43: Fred. 3-0, m.71: Gum. Árbitro: el paraguayo Carlos Amarilla expulsó con roja directa a Ulises De la Cruz (m.17) y a Fred (m.75) y, por doble amonestación, a Jairo Campos (m.81). También mostró cartulinas amarillas a Gum (m.1), Alan (m.46), Alexander Domínguez (m.49) Pedro Larrea (m.50), Mariano (m.56). Incidencias: Partido de vuelta de la final de la octava edición de la Copa Sudamericana jugado en el estadio Maracaná de Río de Janeiro ante unos 75.000 espectadores. Río de Janeiro (Brasil)