Famosa por fabricar la primera moto polaca entre 1929 y 1932, la ‘Lech', la residencial localidad polaca, a 40 kilómetros de Poznan, una de las sedes del Europeo, se engalanó para recibir a los internacionales portugueses.
Desde muchas de sus casas, la mayoría de dos plantas y ajardinadas, ondea la bandera roja y verde de los lusos, que llega a incluso a rivalizar con la blanca y roja de los anfitriones polacos.
Las autoridades locales, entusiasmadas con el tirón turístico de la Eurocopa, promocionaron la visita de Cristiano Ronaldo y sus colegas como uno de los mayores acontecimientos de los últimos años.
Varios carteles de bienvenida están repartidos por la pequeña ciudad, en cuyos institutos se distribuyeron también entradas para que los jóvenes acudan a los entrenamientos de los portugueses.
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Algunos son, además, voluntarios para ayudar al trabajo de los numerosos periodistas que siguen a Portugal.
Los habitantes de Opalenica, muchos de ellos empleados en las dos mayores fábricas de la localidad, una de azúcar y otra de construcción de maquinaria agrícola, acogieron con satisfacción general la visita de Portugal.
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Este lunes, cerca de una centena de personas, entre las que se incluían un puñado de aficionados portugueses venidos en una estrafalaria furgoneta repleta de motivos de la selección de "las quinas", recibieron efusivamente a los futbolistas, que están alojados en el aislado hotel Remes, un Spa de categoría cuatro estrellas.
Blindados con especiales medidas de seguridad, los 23 internacionales escogidos por Paulo Bento disponen en exclusividad del establecimiento, que cuenta con 147 camas, piscina cubierta, gimnasio, jacuzzi y varios tipos de saunas.
El hotel, con una arquitectura sobria adaptada al estilo rural de la región, dispone también de seis pistas de tenis, un campo de golf y un campo de fútbol en el que la selección se preparará para los partidos ante Alemania, este sábado, Dinamarca, el 13 de junio, y Holanda, el 17.