Pese a que la contratación de Beckham por Los Angeles Galaxy en el 2007 ayudó a incrementar la conciencia del público y también la cantidad de hinchas en los estadios, la audiencia televisiva de la joven liga permanece estancada y algunos analistas indicaron que la MLS nunca podrá superar al fútbol americano, al béisbol y al baloncesto en Estados Unidos.
"Ellos (los organizadores) no hicieron todo lo bueno que la gente esperaba este año, que con Beckham la liga adquiriera más prestigio", dijo Andrew Zimbalist, profesor de economía en la Universidad Smith, en Northampton, Massachusetts.
Afectados por la crisis hipotecaria y la consecuente caída del mercado de valores, la reducción del gasto de los consumidores y las empresas tuvo diferentes niveles de secuelas en todos los deportes de Estados Unidos.
Sin embargo, se suponía que el ex capitán de la selección inglesa Beckham, de 32 años, elevaría el nivel del fútbol doméstico cuando la MLS lo indujo a firmar un jugoso contrato por cinco años y más de 250 millones de dólares.
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Con esa contratación, las autoridades de la liga se imaginaban más televidentes, mayor asistencia de público y valores superiores para las franquicias.
Su optimismo se basaba en un jugador al que se veía como la mayor estrella que jugaría al fútbol en Estados Unidos después del brasileño Pelé, quien fichó por el Cosmos en 1975, en la liga predecesora de la MLS.
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De todos modos, el estancamiento de las audiencias televisivas y la falta de beneficios contrastaron con una mayor asistencia de público y la maximización del valor de las franquicias.
"Habría sido difícil incluso en buenos tiempos para la MLS convertirse en la quinta liga (en importancia) aquí (en Estados Unidos)", señaló Michael Cramer, profesor de mercadeo deportivo en la Universidad de Nueva York.
"Tengo serias dudas de que la MLS, como la conocemos ahora, pueda lograrlo en los próximos 20 o 25 años", agregó
Muchas de las fallas de la liga de fútbol anterior, que se disolvió en 1984, la North American Soccer League, fueron atribuidas a su incapacidad para captar el interés del público a través de Pelé y un puñado de otras figuras mundiales.
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Además, la revista Forbes estimó en septiembre que sólo tres de los 13 equipos de la MLS que había analizado arrojaban beneficios económicos.
No obstante, las autoridades de la liga insisten en el impacto positivo que generó Beckham, quien en enero se unirá al AC Milán de Italia a préstamo por dos meses, antes de regresar en marzo al Galaxy para el inicio de la temporada 2009.
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"Se ha producido un impacto muy positivo con la llegada de David Beckham", remarcó el presidente de la MLS, Mark Abbott.
"Lo vimos en la asistencia (de público). Los vimos en la asistencia de los partidos del Galaxy. Lo vimos en términos de beneficios comerciales", añadió.
El directivo indicó además que el factor Beckham es sólo una parte de la estrategia de la liga para incrementar sus beneficios, la cual incluye una expansión agresiva, planes para la construcción de estadios de fútbol y la llegada de otros jugadores importantes.
Beckham fue contratado bajo la Regla del Jugador Designado, que permite a los equipos exceder los límites de salario que tiene la liga para poder incorporar famosas estrellas del fútbol internacional con el objetivo de incrementar el entusiasmo de los aficionados.
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Seattle, que sumará el equipo número 15 a la liga el año que viene, ya aprovechó esa norma y contrató en octubre al ex jugador del Arsenal de Inglaterra Fredrik Ljungberg, capitán de la selección de Suecia en el Mundial 2006 y ex modelo de ropa interior de Calvin Klein.
A pesar de los contratiempos, suficiente gente cree en la MLS como para que ya haya siete propuestas para ocupar la plaza de expansión de la liga en el 2011, incluyendo una que involucra al Barcelona de España y al propietario de un equipo de la liga estadounidense de hockey.
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Chicago (EEUU)