Hace rato no había un análisis más fácil de hacer: Deportivo Cali todo bien. Atlético Nacional, todo mal. Menos Franco Armani, que de nuevo tuvo una noche sublime y evitó una goleada, todo en el equipo verdolaga estuvo mal.
La defensa, el ataque, la actitud, lo individual, lo colectivo, los cambios, el cuerpo técnico, el chófer del bus, la señora de los tintos, hasta nosotros los hinchas. Todo mal en una noche nefasta.
Pero sí, estuvo mal por Nacional pero también estuvo mal por un Cali que se jugó un partidazo. Los locales sí tuvieron actitud, ellos sí se jugaron una final, ellos sí tuvieron aplicación y entendimiento de la eficiencia defensiva y ofensiva. En ellos brilló Mera, Sambueza, Duque, Benedetti, Orejuela, Pérez, Balanta, el DT. Todo en el Cali fue relojería suiza.
Y la saca barata Nacional con el 2 a 0 porque de no ser por Armani, esto hubiera sido una goleada épica que dejaba todo definido.
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Y más allá del fútbol, el verde antioqueño lució aburrido consigo mismo. Primaban las caras largas en cada jugada, la recriminación, la jartera y las actitudes que no deben ser. Como las de nuestro capitán, un hombre que tanto ha dado ayer se equivocó de sobremanera y lució infantil. No es para crucificarlo, los errores son cosa de todos, pero hay que decirlo: Henríquez se equivocó.
Cuando falta alegría y actitud todo debe preocupar más. Pero esto es Atlético Nacional y la jerarquía y la grandeza para remontar está escrita en muchas páginas de nuestra historia. Así que el dos a cero luce esperanzador.
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Eso sí, también hay que cambiar por parte de un gran sector de la hinchada, sobre esos 2.0. Los que en plena final viven pendientes de quién se va o se queda, de decir que esto es un desastre, de olvidar lo bueno y potenciar lo malo, de criticar y destruir como hobby facilista. El lunes llegará el momento de los balances generales...
No, acá yo conozco otra hinchada. Somos como 40 mil en el estadio y millones por fuera que no fallamos en las citas duras. No fallamos cuando el casco del buque hace agua y esos son los que necesitamos el domingo para apoyar sin descanso y contagiar a nuestros jugadores de esa testosterona. Los otros "hinchas" que se queden trinando desde sus guaridas...
Felicito al Cali por ese partido de ayer. Falta un capítulo, yo tengo toda la fe y esperanza. Tengo muy claro de qué está hecho el equipo del que soy hincha.