“Édgar Perea fue un verdadero monstruo de la radio en Colombia”: Óscar Rentería

Foto: Twitter @pereacampeonEn diálogo con Blu Radio Cali, Óscar Rentería, reconocido comentarista deportivo de la capital del Valle del Cauca, recordó algunas de sus anécdotas vividas con el narrador, político y actor fallecido en la noche del lunes 11 de abril, Édgar Perea.“Édgar Perea es digno de imitar, fue dueño de una sintonía inmensa donde llegara a trabajar, no existió, luego de Carlos Arturo Rueda, una persona con tantos éxitos en la narración deportiva. Fuera de los micrófonos, Édgar era una persona sincera, dulce, solidaria, buen amigo”, aseguró Rentería.Luego de una amistad y llevar trabajando con Perea por más de 40 años, Óscar Rentería recordó las peleas casadas al aire en el programa radial denominado La Polémica.“Los temas en el programa se escogían pero era muy difícil planificar con Édgar porque él defendiendo al Junior le pasaba por encima a lo que fuera. Yo le decía que lo único que no podíamos hacer era atacar nuestras profesiones y me decía que sí, pero lo primero que me decía al llegar a una discusión era que yo no era enemigo de Barranquilla, sino que odiaba a toda la costa Atlántica y, yo sólo le respondía: Édgar tengo que viajar para allá”, recordó Rentería entre risas.Por la amistad que tenían, Rentería contó otra situación jocosa vivida con el que considera como "un verdadero monstruo de la radio en Colombia".“En Barranquilla, una vez estaba descansando tipo 2:00 p. m.. Me llamaron a la habitación del hotel, era Édgar. Yo no recordaba que él hacia un programa a esa hora por lo que pensé que era una llamada personal y al contestarle le dije: Que tal negro hijuetantas. Este era un saludo de amistad que teníamos. Inmediatamente, Édgar respondió: Ese no es mi amigo Óscar Rentería, debe ser un enemigo mío de la sintonía, una persona de otra emisora que quiere hacer daño a nuestra larga amistad. Él estaba al aire y mi saludo lo escuchó todo el mundo, por la pena, tuve que colgar el teléfono”, afirmó Rentería.El polémico y querido periodista deportivo murió a sus 81 años por una bacteria que le invadió sus pulmones y que también le afectó la garganta.