No hay que negarlo. A Eduardo Lara le dieron ‘bolillo' cuando se conoció la lista de 21 jugadores que representarían al país en el Mundial Sub-20. Increíblemente, para casi todos, no aparecían nombres estelares que le apoyaron en sus campañas buenas y malas.
El mediocampista Edwin Cardona y el delantero Andrés ‘Manga' Escobar, por ejemplo, estuvieron tanto en el desastroso Sudamericano de principio de año como en el Torneo Esperanzas de Toulon, que Colombia ganó por penaltis. No consiguieron, sin embargo, tiquete mundialista.
Mucho se habló del tema. Incluso ‘Manga' hizo revelaciones escandalosas del porqué de su exclusión. Ese, valga decirlo, fue el primer lunar de la Selección antes de la cita orbital.
Como la vida, el fútbol al final de cuentas entrega la razón. Y sobre el césped, Eduardo Lara le está ganando una batalla a casi todo el país. Este martes, Michael Ortega y José Valencia redondearon otro buen partido. El primero, sacó del ahogo a Colombia cuando empataba con Francia con dos genialidades. El segundo, marcó el gol inicial ante Malí, que permitió tranquilidad por largo rato. Y sí, con un pase de maestro de Ortega.
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El barranquillero ha tenido, tal vez, un papel más preponderante. Tomó las riendas del equipo cuando James Rodríguez no pudo. Supo, igualmente, juntarse con el 10 nacional para crear juego colectivo. Tiene un plus, el exDeportivo Cali: está enchufado y se cree el cuento.
La del ‘Trencito' sí es una historia más romántica. Se ganó el cupo a pulso y con su buen papel en Toulon le alcanzó para ser titular.
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Este martes, casualmente, ambos salieron en el segundo tiempo sustituidos por Jerson Candelo y Fabián Castillo, las otras fichas sorpresa de Lara.