"Vengo acá sólo para darles la cara a ustedes, yo no sé qué hablar", dijo un abatido Hernán Darío Gómez a los periodistas tras el 1-1 entre su Medellín y el Cúcuta Deportivo en un partido de arbitraje flojo para los dos pero clara superioridad de la visita en el segundo tiempo.
El Poderoso no levanta cabeza en una temporada de muchos refuerzos en la que el objetivo es celebrar el centenario de la institución, pero en la que no están saliendo las cosas y la hinchada, que el domingo acompañó con una bandera grande que decía "100 añox", recordando que el equipo fue fundado el 14 de abril de 1913 a pesar de tener documentación de 1914, ya está perdiendo la paciencia.
"Es un grupo que se ha presionado mucho por los cien años. Que en los cien años hay que quedar campeón, que en los cien años tenemos que ser el mejor equipo… Eso ha sido una presión maluca", afirmó el estratega, que una vez más volvió a dejar en vilo su continuidad: "Si las cosas no mejoran, nos duele que este equipo se tenga que dividir, que nos tengamos que separar", dijo.
"En el fútbol de hoy se miran los resultados, entonces si no hay resultados no hay mucho qué hablar. Medellín hizo cosas importantes en el partido, pero si no llegan los resultados, qué le puede decir uno a la prensa o la hinchada. Nada", agregó Gómez
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