En dicho escenario se jugará este miércoles el juego de vuelta de la final entre Atlético Paranaense y el equipo ‘tiburón’. La fortaleza del local en casa y la cancha sintética, principales dificultados para los colombianos.
Junior de Barranquilla buscará su primer título internacional, este miércoles, cuando enfrente en condición de visitante, a partir de las 6:45 p.m., al Atlético Paranaense, de Brasil, en la finalísima de la Copa Suramericana.
Los dirigidos por Julio Comesaña igualaron 1-1 en la ida y ahora esperan quedarse con la Copa en el estadio Arena Baixada, de Curitiba, un escenario con capacidad para 43.000 personas, que se ha convertido en un fortín para los brasileños.
De los cinco partidos que ha jugado Atlético Paranaense como local en la presente edición de la Copa Suramericana, ganó cuatro y solo perdió uno.
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El único compromiso en el que cayó fue en los cuartos de final frente al Bahía brasileño (0-1). Después, venció a Newell’s (3-0), de Argentina; a Peñarol (2-0), de Uruguay; a Caracas (2-1), de Venezuela y al Fluminense (2-0) brasileño.
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Adicional a esto, el Arena Baixada cuenta con una gramilla sintética y esto podría dificultar el juego de los ‘tiburones’, pues la cancha es dura, rápida y les puede jugar una mala pasada a los jugadores colombianos.
Sin embargo, en el equipo barranquillero hay confianza, pues han reconocido el campo de juego con antelación y han reiterado en varias oportunidades que la cancha no será un problema para desarrollar su fútbol.
Así las cosas, Junior deberá tener cuidado con estos detalles para alzarse en tierras brasileñas con el título más importante en toda su historia.
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