Por estas horas se sortean en Asunción los cruces de primera fase de la Copa Suramericana 2015. Por estos días se juegan las semifinales de la Copa Libertadores 2015. En ninguno está Millonarios FC. En la tabla de reclasificación hay un asomo de posibilidad dependiendo del rendimiento en esta Liga Águila II si no es que logramos salir campeones, cosa que a la luz de la conformación de la nómina resultaría incierta. Otra cosa serán los partidos que se deben jugar. El asunto es que en el imaginario de los hinchas embajadores hay un marco de grandeza institucional y de hinchada que no se discute y que debe complementarse ampliamente con el escenario internacional. Pero y, ¿qué pasa con las apariciones en copas internacionales? Millos debería ser actor frecuente de la Copa Libertadores y Copa Suramericana, situación que desataría mayores posibilidades de venta de jugadores, dinero en dólares por superar varias rondas y mucha vitrina institucional. Algo anda mal desde hace rato para que no seamos más protagonistas en esos escenarios. Dirán Gustavo Serpa y Enrique Camacho que todo obedece a un plan de largo plazo de Azul & Blanco S.A. para que Millonarios tenga esa mayor presencia que todos quisiéramos. No me fío de que uno y otro lo vean así, porque ya hemos comprobado las diferencias notables entre las expectativas deportivas de los hinchas y el propósito de ellos de convertir a Millonarios FC en una "gran empresa de entretenimiento deportivo", como dijo Camacho recién llegó a la presidencia (¡qué definición más amplia y abstracta!) En mi caso no me conformo con contar como una gran hazaña haber llegado a semifinales dos veces de la Copa Suramericana en 2007 y 2012. Eso ya es página pasada y no podemos andar exhibiendo esos momentos como gran pantalla internacional. Yo quiero ver a Millonarios jugando y ganando finales de Copa Libertadores y Copa Suramericana, con semifinales no me alcanza. Qué pena pues pero dejemos de pensar en poquita cosa. La expectativa que uno espera es más alta, es más frecuente, más visible y de mayor prestigio. A esos torneos se llega ganando campeonatos locales o con desempeños notables en ambas ligas para sumar lo necesario en reclasificación, no diciendo que "estuvimos a un penalti de pasar a la final frente al Deportivo Cali" y llenarse la boca con eso. A ver si las cabezas líderes de Azul y Blanco S.A. incorporan en las discusiones de junta la necesidad de alcanzar con mucha mayor frecuencia los torneos internacionales que le generan al equipo, además de auténtico estatus deportivo, muchos ingresos adicionales que es en últimas lo único que parece entenderse desde el timón dirigencial. Todo se origina, como siempre, en la dudosa capacidad de planeación deportiva que es la que conduce a la gloria de los campeonatos. Para la muestra la decepcionante participación en Copa Libertadores en 2013. Ya estamos a mitad de año y si en esta Liga Águila 2015-II no logramos el campeonato o por lo menos la cantidad de puntos necesarios en la tabla de reclasificación, hermanos embajadores, será recorrer el 2016 (otro año más) sin participar internacionalmente. Una pena con todas las letras. Por estas cosas también hay que medir a Gustavo Serpa, su junta y su grupo de colaboradores con Enrique Camacho a la cabeza. Pd: Diciembre de 2015 marca la terminación de varios contratos de jugadores en Millonarios FC y del actual cuerpo técnico. ¿Ya estará el Comité Deportivo trabajando en la dirección correcta la planeación deportiva de 2016 y años sucesivos? Nos gustaría saberlo...
Actualizado: enero 25, 2017 11:51 a. m.