"El Lazio es un equipo importante. Estoy muy contento por haber tenido esta oportunidad. Ahora intentaré contar enseguida con la gracia de los seguidores", dijo Cruz durante su presentación en Pekín en unas declaraciones que recoge hoy la prensa deportiva italiana.
"Quiero trabajar todos los días con gran compromiso para dar lo mejor al equipo. Mi objetivo es el de llevar lo más alto posible al Lazio. En este periodo me he entrenado solo, ahora intentaré reencontrar enseguida la condición física adecuada. Si he venido hasta aquí es porque quiero jugar la final", añadió.
El contrato con el Lazio del argentino, de 34 años y ex del Feyenoord y del River Plate, contempla sólo un año, aunque renovable, y una remuneración de 1,6 millones de euros más las primas.
Cruz se encuentra ya junto al resto de sus compañeros en la concentración de Pekín, donde el próximo 8 de agosto disputarán la Supercopa de Italia en el Estadio Olímpico de la capital china con el Inter de Milán, precisamente su antiguo equipo, al que llegó en 2003.
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"No quiero pensar en ello demasiado. Debo afrontar este partido sabedor de que se trata de una final. Me apetece seguramente ver a mis ex compañeros, pero en este partido serán mis adversarios", comentó el futbolista.
"Muchos equipos -añadió- se habían interesado en mí, pero el Lazio ha sido el club que me ha querido con más fuerza y me ha buscado con más convicción: el presidente (Claudio) Lotito ha hecho de todo para traerme aquí".
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La última no fue una buena temporada para Cruz en el Inter de Milán, donde, junto al brasileño Adriano, sufrió el "castigo" de varios partidos del entrenador, José Mourinho, por actitudes que no gustaron al portugués, lo que propició su salida del club.