La entrevista , ya sin el invitado al aire, finalizó con la sentencia de la periodista-periodista Vicky Dávila: “Lo más importante (de ‘Barrabás’) es que ha sido el hermano del ‘Bolillo’”. Antes, Gabriel Jaime Gómez había defendido su postura: la selección Colombia jugó mal en la recta final de la Eliminatoria y, de seguir así, no clasificará a la segunda ronda del Mundial. Además, dijo que no creía que Colombia fuera la cuarta selección del planeta, como la muestra el ránking de la FIFA . Y agregó que son mejores equipos Holanda, Inglaterra e Italia. Así de simple, así de claro. Sin embargo, desde la cabina de la FM, en el noticiero de la mañana, se emprendió el ataque. Vicky, la pequeña maravilla , le criticó el escepticismo a “Barrabás”. Arremetió contra sus palabras agoreras, como si acaso tuviera que andar alabando a la Selección sin posibilidad de crítica. Y lo inculpó con brío. “¡Es como si Pékerman no hubiera hecho nada!”, exclamó. “Barrabás” defendió tanto como cuando fue jugador. No fue un crack en la cancha, claro está, pero supo soportar los siguientes embates. “Queda en el ambiente cierto tufillo de envidia contra Pékerman y esto porque también usted es hermano del ‘Bolillo’ Gómez”, espetó ya no Vicky Dávila sino el periodista Juan Pablo Barrientos. La entrevista siguió en el mismo tono y, en conclusión, fue repugnante. No porque se crea que “Barrabás” es un crack sino porque un periodista jamás puede atacar así al expositor de una opinión, por más que no la comparta. “Barrabás” jugó en Millonarios, Nacional, Medellín, Cali y Deportivo Táchira y estuvo en la selección Colombia de la década del noventa, tal vez la mejor de nuestra historia. Su nombre resonó en 1994 cuando llegaron amenazas contra Pacho Maturana si lo ponía a jugar en el Mundial de Estados Unidos. “Barrabás” también ganó la Merconorte como técnico de Nacional en 1998. Algo ha hecho. Su mérito no es ser hermano del “Bolillo” como dijo Vicky llena del más pobre folclorismo. Es más, el mérito de ninguna persona es su hermano, ni su padre, ni su hijo. Cualquier mérito es propio. La periodista-periodista sí tuvo toda la razón cuando dijo que los que no saben de fútbol también pueden opinar de fútbol. Promover, empero, el ataque verbal contra quienes piensan diferente es una completa idiotez. Tanto como la vez que Vicky confundió en Twitter a Teófilo Gutiérrez con la Teófilo Forero, la columna de las FARC. Es muy estúpido creerse más inteligente que los demás, cualquiera sea el caso. “Terrible situación… ‘Barrabas’ Gómez es una persona controversial que sabe de fútbol, que hizo historia y triunfó para Colombia, y tratarlo de esa forma le hace daño al país y al fútbol… qué tal que yo expresara que los profesionales de la FM son unos seudoperiodistas que no saben nada. Sin saber de periodismo, sin saber de fútbol… ”, escribió acertadamente Osvaldo Benavides Ríos en los comentarios habilitados en la web de la FM. Tampoco es cierto que “nos dé pena que nos vaya bien”, como dijo Vicky en la entrevista. Es todo lo contrario. Si alguna buena razón tiene“Barrabás” es advertir que “No nos podemos creer los mejores siendo que no somos los mejores”. Él, como pocos, sabe en carne propia lo que fue nuestra desagracia de creernos campeones del mundo en Estados Unidos. Hoy no hemos ganado nada. Ser cabezas de serie de un Mundial es una anécdota. Aplaudir o criticar la Selección es un derecho básico de nuestra libertad de expresión. Por demás, Vicky debe decirles a sus compañeros de cabina que no pregunten al aire “¿Quién es Barrabás?”, como tristemente hicieron para diezmar al personaje. Lo mínimo es que conozcan al individuo que van a entrevistar, ¿no? Y que tampoco se rían irrespetuosamente en la entrevista como sucedió al final del minuto 13. Por fortuna, aquí sacó la cara Ricardo Henao, el único periodista deportivo del caso, el único que intentó ser equilibrado. Por fortuna. * Si no ha escuchado la entrevista, haga clic AQUÍ En Twitter: @javieraborda
Actualizado: enero 25, 2017 02:46 p. m.