España, con su goleada, consiguió un marcador histórico en este torneo, que está por encima del 7-0 que aplicó a Chile en el campeonato de Holanda del 2005.
Han sido pocas las goleadas mayores en este torneo, que comenzó a disputarse en 1977.
En 1997, en Malasia, Brasil y Bélgica terminaron con el marcador de 10-0, y en esa misma edición los brasileños apabullaron con otros diez goles a la República de Corea, que logró anotar 3 por su cuenta.
La selección española, una de las favoritas de este campeonato, dominó un encuentro ante Tahití que tenía fácil: los polinesios debutaban en este campeonato y sus filas se nutren de estudiantes con poca experiencia profesional en el terreno de juego.
"Jugamos contra el futuro campeón del mundo de fútbol", afirmó el entrenador tahitiano, el francés Lionel Charbonier, al final de un partido que sólo le dejó una gran preocupación: reparar el espíritu de sus jugadores.
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"De cara al partido contra Venezuela nos vamos a ocupar de nosotros mismos, de nuestros espíritu, especialmente teniendo en cuenta este resultado", explicó.
El equipo español, dirigido por Luis Milla, se mostró respetuoso de su rival, pero reconoció que "ahora viene lo complicado".
La próxima vez que salga al terreno de juego, este lunes, España se enfrentará a Nigeria, que este viernes peleó contra Venezuela en un partido con el que, al igual que Tahití, los suramericanos debutaban en este torneo.
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Los venezolanos, en el duelo que disputaron a las afueras de El Cairo, consiguieron derrotar por 1-0 a Nigeria a pesar de que los africanos controlaron más la pelota, con un juego violento que les costó cuatro tarjetas amarillas y una expulsión.
Una y otra vez los nigerianos intentaron igualar el marcador después del tanto que anotó el venezolano Yonathan del Valle cerca del descanso, pero no lograron alterar el resultado final, y ahora tendrán que vérselas con España.
Antes de este último partido, Paraguay e Italia empataron a cero en su debut en este torneo, en un encuentro disputado en El Cairo que pareció satisfacer a las dos partes, a pesar de la falta de goles y de lo poco que lucieron sus jugadores.
"No fue un partido de brillo", reconoció el entrenador de la selección paraguaya, el argentino Adrián Coria.
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"Hubo mucha disputa del balón en el medio. Tuvimos buena táctica y estrategia, aunque nos faltó la serenidad para terminar jugadas", dijo Coria sobre sus muchachos, que dominaron en casi todo el partido y que a ratos llegaron a anular a los italianos.
El torneo comenzó en Alejandría, a orillas del Mediterráneo, con la victoria de Egipto por 4-1 frente a Trinidad y Tobago, en un partido fácil para los locales, que supieron aprovechar las múltiples oportunidades que dejaba la débil defensa caribeña.
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Para este sábado, Uruguay se estrenará en este torneo con Inglaterra, en un partido de difícil pronóstico que se disputará en la localidad norteña de Ismailía.