"Va a ser una final muy disputada, con dos técnicos que están atentos a todo, al mínimo detalle y que sacan el máximo de sus jugadores, así que espero que sea una buena final", explicó el atacante, que marcó diez goles en esta campaña en la Liga Europa y que tiene al alcance ser el máximo artillero del torneo.
En ese sentido, el delantero admitió que es un "aliciente más", aunque advirtió: "Trato de que no sea una obsesión y, si puedo contribuir con goles para que el equipo gane, eso también me convertiría en goleador nuevamente, pero trato de no pensar mucho".
El año pasado marcó el único gol de la final ganada por el Porto ante el Sporting de Braga. El próximo miércoles firmaría hacer un tanto también "si alcanza para ser campeón", según declaró en la zona mixta en el estadio Vicente Calderón con motivo del día de puertas abiertas de la UEFA por la final de la Liga Europa.
Para él, disputar una segunda final consecutiva en esta competición significa "muchísimo": "Supone ratificar el buen momento de mi carrera y lo importante que es el Atlético de Madrid a nivel internacional, al poder llegar a dos finales en menos de tres años, así que esperemos poder conseguir el objetivo que tenemos".
También destacó la importancia de la llegada del argentino Diego Pablo Simeone al banquillo del Atlético, en el pasado mes de diciembre: "Nos sirvió muchísimo para levantarnos, sobre todo anímicamente, en la segunda parte del campeonato y ahí impulsarnos a lo que estamos logrando".