Sus dos goles este martes frente al Sporting de Lisboa en la Copa de Portugal, partido que acabó 5-2 para los blanquiazules, refrendan el excelente estado de forma del internacional colombiano, cuyo repertorio corresponde a los rasgos de un auténtico depredador del área.
Un remate seco desde fuera del área y un inapelable cabezazo -adelantándose al defensor- fueron sus últimos tantos y los que mejor definen sus principales rasgos: rapidez de ejecución y buena colocación.
Falcao, apelativo que homenajea al mítico jugador brasileño de la década de los 80 de nombre homónimo, aterrizó en la Ciudad Invicta el pasado julio procedente del River Plate para suplir al internacional argentino Lisandro López, el goleador del Oporto en los últimos años.
En siete meses, el delantero consiguió trece goles en Liga -segundo mejor marcador por detrás del paraguayo Oscar Cardozo (15)- tres en la Copa de Portugal y otros tantos en la Liga de Campeones y su compromiso y entrega ya lograron llenar el vacío que dejó Lisandro.
La fama de ariete aguerrido y contundente son atributos que cumplió con creces ante aficionados y prensa, que, no obstante, se sorprenden por su sobresaliente juego aéreo.
A pesar de tener una estatura poco intimidatoria para ser un ariete (1,77 metros), el 9 del Oporto "vuela" como pocos en Portugal -lleva cinco goles de cabeza en Liga- y su potente salto recuerda al estilo del chileno Iván Luis Zamorano, ex jugador del Real Madrid e Inter de Milán.
"Temporada de estreno memorable" o "El rey de la selva al final es el Tigre (apodo con el que se conocía en Argentina)" son algunos de los elogios que la prensa lusa dedicó este miércoles al delantero centro del Oporto.
El punta, además, encontró un socio de lujo, el medio luso Ruben Micael, cuya visión de juego puede contribuir a que Falcao engorde su nómina goleadora.