
Flamengo y el segundo golpe de Sudamérica a Europa: superó 3-1 al Chelsea en Mundial de Clubes
Con goles de Bruno Henrique, Danilo y Wallace Yan, Flamengo venció al Chelsea y siguió los pasos del Botafogo que se impuso 1-0 sobre el PSG. ¡Batacazos!

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Un error fatal en defensa, una carrera libre de Pedro Neto y un gol en el minuto 11 para el Chelsea pusieron a prueba al Flamengo, que resurgió en el segundo tiempo con una remontada a toda velocidad superada la hora de duelo y dirigida por Bruno Henrique, goleador y asistente en un margen de tres minutos y 32 segundos, para consolidar su dominio del grupo D del Mundial de Clubes (3-1).
Una demostración de carácter y pegada, en un momento decisivo, después de minutos y minutos bajo el control del conjunto londinense, al que retrató en su defensa con dos centros al área, dos prolongaciones de cabeza y dos remates oportunos para batir a Robert Sánchez, que antes sólo había necesitado una parada para sostener el 1-0.
Hasta la hora de partido. Primero avisó Gonzalo Plata, con un derechazo que palmeó el guardameta a córner. Una buena parada ante una definición que pudo ser mejor. Instantes después, a la siguiente jugada, fue el 1-1: un centro al segundo palo que cabeceó Gonzalo Plata para la llegada de Bruno Henrique, que empujó el 1-1.
Minuto 61 y 18 segundos. Debe hacérselo mirar la defensa del Chelsea, aún más el 2-1 tres minutos y 32 segundos después, en el 64:50, cuando un córner fue prolongado por Bruno Henrique y rematado a la espalda de todos por Danilo. La remontada del Flamengo, la incredulidad del equipo de Enzo Maresca y la evidencia de que el 1-0 no era suficiente.
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La incidencia fue absoluta de Bruno Henrique, goleador en el 1-1 y pasador en el 2-1, después de haber entrado al terreno de juego en el minuto 56. Una apuesta atrevida de Filipe, que reemplazó a De Arrascaeta. Nada que ver con la irrupción en el campo de Nico Jackson en el Chelsea: ingresó en el minuto 64 y fue expulsado en el 68, por un plantillazo inapropiado sobre la tibia de Ayrton Lucas. Una imprudencia temeraria. Un castigo justo.
Otro partido muy distinto al anterior, cuando el Flamengo se movió en un laberinto. Preparado para la presión alta, como en aquellos tiempos que vivió con Diego Simeone, al principio de la era del técnico argentino en el Atlético de Madrid, Filipe Luis ha implantado ese mecanismo; apabullante cuando es preciso, milimétrico y efectivo. Tiene también riesgos, más aún cuando enfrente hay un equipo de alta dimensión, como el Chelsea.
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Cuando el conjunto brasileño no se movió con toda la destreza necesaria, su adversario sobrepasó su defensa hacia adelante. Cuando cometió el más mínimo error, como el rebote entre Pulgar y Wesley que entregó el balón a Pedro Neto, el más rápido de todos, en el minuto 11, el daño fue irreparable, con el gol que adelantó al conjunto londinense.
Beneficiado por el rechace, el extremo internacional portugués, campeón de la Liga de Naciones, y su vértigo ya fueron inalcanzables para todos los defensores del Flamengo. También fue imparable su definición, en el uno contra uno, ante el portero Agustin Rossi. Su octavo gol del curso. El segundo en este Mundial de Clubes.
Le costó al Flamengo sobreponerse. Sin ocasiones y sin apenas poner en aprietos al Chelsea, hasta el minuto 42, hasta un envío a balón parado de Giorgian de Arrascaeta rematado en forma de volea por Gerson. Ya batido Robert Sánchez, Colwill se interpuso con la cabeza cuando el balón se dirigía a gol. Un aviso para el Chelsea, que reclamó un penalti sobre Enzo Fernández a la siguiente jugada. No lo fue ni para el VAR.
Tuvo su ocasión el conjunto brasileño ya en el segundo tiempo. No llegó a rematar Gonzalo Plata, entre el extraño que hizo el balón, lejos de las posesiones de Robert Sánchez y a la espalda de Chalobah. La pelota terminó fuera, entre el susto general del Chelsea, que sintió entonces que necesitaba más. El 0-1 estaba bien. No era decisivo.
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Además, el Flamengo dudaba en su defensa. Lo retrató de nuevo un saque en largo de Robert Sánchez que Leo Pereira casi se mete en su portería, con el acecho de Liam Delap y la salida a la nada de Rossi. Unos centímetros evitaron un gol absurdo, dentro de un ejercicio práctico del Chelsea que reventaron Bruno Henrique, dos goles y Nico Jackson, con la sentencia final de Wallace Yan, 20 años y goleador al primer toque para el 3-1.