El adiestrador del Cúcuta tiene ilusionados a los ‘motilones’ con el título del primer semestre en el Torneo Águila. Esta es la historia del argentino que se enamoró de una colombiana y superó la enfermedad para seguir ligado al fútbol.
Nació hace 43 años en Río Cuarto, Argentina, “la tierra de Pablo Aimar”, expresa con orgullo Flavio Robatto, quien jugó en el Club Atlético Platense y Club Comunicaciones, equipos de Buenos Aires.
“Me retiré joven porque tuve una hepatitis B a los 26 años. Justo en ese año termino el curso de técnico y comienzo a dirigir rapidito”, confiesa el argentino.
Dirigió por casi 10 años en el torneo de ascenso de su país y, luego de estar cuatro temporadas en el Barcelona ecuatoriano como asistente y director deportivo, en 2015 fue campeón en la Segunda División ecuatoriana con Norte América.
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Ahora tiene un reto grande, ascender al Cúcuta Deportivo a la A, pero primero deberá enfrentar el encuentro de este domingo por los cuartos de final, a las 3:15 p.m. en el estadio Los Zipas, contra el Deportivo Pereira, gran favorito a quedarse con el título.
- Luego de pasar casi cinco años como asistente técnico y director deportivo, ¿por qué otra vez le picó el bichito de la dirección técnica?
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“Siempre que fui director deportivo dirigí el equipo juvenil del Barcelona, siempre fui el entrenador interino, aunque me dediqué más a la parte administrativa.
Me vine a Millonarios en 2015 con Rubén Israel porque tengo una excelente relación con él y tenía una función mucho más que un asistente técnico, él era el que supervisaba pero yo trabajaba en la cancha”.
- ¿Qué tanto aprendió al lado de Rubén Israel en Barcelona y Millonarios?
“Muchísimo, Rubén es un padre futbolístico para mí. Tácticamente es uno de los mejores entrenadores que conocí, si no el mejor. Él tiene una capacidad impresionante para cerrar sus equipos y manejar la parte defensiva”.
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- Usted también fue mano derecha de Gustavo Costas (DT Santa Fe) y Luis Zubeldía (DT Medellín), ¿qué puede decir de ellos?
“Los conocí bastante, son totalmente diferentes, los dos son muy buenos conductores de grupo y se llevan muy bien con los jugadores, pero en el trabajo son distintos. Gustavo es más precavido y cuidadoso, Luis es un poco más ofensivo”.
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- El presidente José Augusto Cadena aseguró: “Robatto es un hombre con argumentos para dirigir al Cúcuta”. ¿Cómo se dio su llegada al equipo ‘motilón’ y qué lo motivó a dirigirlo?
“La llegada se dio por medio de mi representante, ya había tenido un acercamiento con ellos cuando salí de Millonarios en 2016, pero no nos habíamos puesto de acuerdo en algunas cuestiones.
Con respecto a la motivación, Cúcuta es un equipo glorioso y volver a dirigir en un club grande era una gran motivación. Yo ya tenía todo arreglado con Estudiantes de Mérida, en Venezuela, estaba viajando ese martes en la noche, pero surgió la posibilidad con Cúcuta y no lo pensé.
Para mí Cúcuta no se compara y aparte mi esposa me iba a matar porque ella es colombiana. Se llama Andrea Valero y es de Girardot pero vive en Bogotá hace tiempo. Llevamos tres años juntos y es ingeniera”.
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- Agarró al Cúcuta antes de la séptima fecha, el equipo marchaba en la posición 11, con solo 6 puntos de 18 posibles. En 10 partidos consiguieron 20 puntos, ¿qué le inyectó al equipo para generar un cambio y cuál considera que ha sido el fuerte de sus dirigidos para lograr lo que han logrado?
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“La parte anímica más que todo y el cambio de módulo, pasamos a jugar con tres puntas. Este equipo tiene para jugar con extremos, dos números nueve y un enganche, entonces jugamos un 4-2-1-3, con muchas libertades para los laterales. Creo que la clave fue darles la libertad y apoyarlos para que seamos muchos más ofensivos”.
- Usted que es un técnico que no anda con misterios, ¿qué opina que le haya tocado de primerazo con el Pereira, gran favorito a ascender?
“Justamente hablaba con el ‘profe’ del Pereira (Alberto Bulleri) y los dos pensábamos lo mismo. Son dos equipos parecidos, proponen y piensan más en el arco del frente. Me viene mucho mejor enfrentar a un equipo que nos va a salir a jugar, así tomemos algunos riesgos, que con esos que se meten atrás y que te ensucian los partidos. Yo prefería que me tocara Pereira y no Real Santander o Llaneros”.
- Usted que conoce bien el interior del equipo, ¿de qué manera los ha afectado el no jugar en Cúcuta y cómo ha sido el apoyo de la gente en Zipaquirá?
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“A nosotros nos sacaron de Cúcuta, lo tenemos claro, no es que nosotros nos fuimos. No hubo voluntad política de dejar el equipo ni apoyo, ahora sí se están arrepintiendo e intentando que volvamos, pero es muy difícil volver este año.
Ya se pasó la parte más dura, así que ahora debemos apuntar todo a hacernos fuertes en Zipaquirá. Todavía no hemos sentido el apoyo de la gente, hemos sido visitantes en la mayor parte de los partidos. Esperamos que los cucuteños que están en Bogotá tengan la oportunidad de acompañarnos, sería una gran motivación”.
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- ¿Qué se puede esperar del Cúcuta Deportivo en estas etapas definitivas del Torneo Águila?
“Creo que el mejor Cúcuta se va a ver en el segundo semestre, la idea ya se afianzó, ahora hay que pulir algunas cosas. Ojalá que en esta llave (frente al Pereira), que tenemos un cruce tan difícil, podamos superarla, si lo hacemos podemos apuntar a ser campeones”.