Gareth Bale, capitán de la selección de Gales, que se clasificó para los octavos de final de la Eurocopa pese a perder ante Italia en Roma, se mostró "orgulloso de los chicos" por haber alcanzado este logro.
"Sabíamos que iba a ser un partido muy difícil desde el principio, hubo que defender mucho, correr mucho y acabamos cansados", admitió el jugador cedido por el Real Madrid en el Tottenham, cuya selección sigue en la competición y con el sueño de tratar de acercarse al éxito de la pasada Eurocopa, cuando se convirtió en la gran revelación al llegar a semifinales.
"Queríamos intentar conseguir un resultado positivo, pero no ha podido ser, pero hemos acabado segundos de todos modos", indicó Bale en declaraciones a ITV Sport, y señaló que ahora tienen que recuperarse del desgaste acumulado para preparar el partido de octavos de final, que jugarán en Amsterdam ante el segundo del grupo B.
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Otra de las grandes referencias de Gales, Aaron Ramsey, comentó que "durante largas fases fue un encuentro difícil" ante "un gran equipo" que "lleva 30 partidos sin perder y eso es todo un éxito".
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"Una vez más, este equipo (Gales) demostró un gran carácter, nunca se puede cuestionar eso, ya que lo damos todo", destacó el jugador del Juventus, quien consideró determinante para su selección ser "compactos", "tener un buen equilibrio" y "ser más constantes en los partidos".