“Pague 285 mil pesos y ahórrese el 56% del costo de un curso de periodismo deportivo online en The Academy Colombia”. El anuncio es real. Y estará vigente hasta mayo en www.quebuenacompra.com , uno de los portales de El Tiempo, aunque vale aclarar que el curso “no tiene que ver con el periódico y debería ser presentado como lo que parece ser: un diplomado”, según anticipa José Orlando Ascencio, subeditor de deportes del periódico. Este curso de periodismo deportivo antes costaba 649 mil pesos y ahora está en la ganga de 285 mil. Por ese dinero, la empresa, definida como un Centro de Formación Deportivo, asegura que el estudiante recibirá “todo el ámbito de la comunicación y el deporte con ayuda de los mejores periodistas afiliados al Valencia Club de Fútbol” y la garantía de aprender “del análisis de la información con ejemplos prácticos en varios deportes”, como motociclismo y baloncesto. ¿Ve usted, colega periodista y amigo lector, problema con un curso de este tipo? Hay que advertir que no está mal expandir la oferta académica y que es ideal que la gente quiera profundizar sus conocimientos, presencialmente o vía internet. Sin embargo, parece inadecuado venderle a la gente cursos que distan de lo que necesita el mercado y que difícilmente podrán cumplir con lo que prometen. Es claro: “Todo el ámbito de la comunicación y el deporte” no se aprende en unas pocas semanas. Es la prostitución de la profesión. Un buen periodista se hace desde la Universidad o, en su defecto, en largos años de adecuado empirismo. No en unas pocas clases a través de la pantalla del computador. Este caso se antoja parecido al del taller de presentación que lidera el periodista Rafael Poveda, quien recibe alumnos que no tienen madera para estar al nivel que requiere el trabajo ante las cámaras. Allí se reciben estudiantes por $1’400.000. Y no es que se deba truncar el sueño ajeno, sino de ser sinceros: quien no tenga la mínima presencia y capacidad de desenvolvimiento (y conocimiento) difícilmente estará en un lugar privilegiado de la TV (salvo la Negra Candela). Pasa lo mismo con estos cursos de periodismo deportivo. Uno recibe lo que paga y muchas veces menos de lo que paga. Así es que el citado curso le hace más daño que bien al periodismo deportivo, lo subestima, lo menosprecia. Y no porque sea barato o porque sea una promoción sino porque es poco lo que ofrece como valor agregado. Tal vez sea útil para reforzar información adquirida, conocer algún ejemplo particular o para aprender superficialmente un tema específico. No mucho más. Ahí está el problema. Creer que cualquiera puede ser un gran periodista deportivo o una buena presentadora de televisión en cuestión de semanas. Pero no es tan simple ver un gol como describirlo con fantasía e inteligencia. Leer un telepromter es muy fácil comparado con lo que cuesta ganar credibilidad. Tras un reciente 'post' que publiqué en este espacio , Iván Mejía me escribió varios consejos en tono de ofensa: “Prepárese, estudie, lea, mejore para poder reemplazar a los dinosaurios que queremos irnos pero no nos dejan porque los nuevos son tan malos como usted”. Lo cito porque es verdad lo que dice. Lo primero que dice, aclaro. Es innegable que se debe buscar la mejoría constante, aunque sin violencia ante las críticas y los errores. La educación es vital para conseguir el objetivo de ejercer íntegramente una profesión. Cualquiera sea el caso, este es un llamado de atención para todos los que quieren ser periodistas deportivos y para los que ya hemos tenido la fortuna de vivir del deporte aun sin practicarlo. Los caminos fáciles pueden no llevar a ninguna parte. No hay que olvidarlo. Hay que hacer valer el oficio y cuidarlo. Por eso, en aras de la verdad, no puedo terminar este escrito sin advertir que en el curso de periodista deportivo no está incluido el costo de gestión y envío del diploma por correo postal certificado por un valor de $60.000. Todo sale entonces en 345 mil pesos. ¿De verdad cree que valen la pena? Twitter: Seguir a @javieraborda
Actualizado: enero 25, 2017 02:46 p. m.