La joven de 22 años, que según la policía fue retirada a la fuerza de su automóvil por dos hombres armados cuando estaba estacionada frente a un restaurante en la tarde del lunes, fue vista entrando en su residencia hacia el mediodía de este martes por los periodistas que esperaban informaciones sobre el caso.
La familia del delantero de la selección brasileña y actual jugador del Zenit ruso confirmó que la joven se encuentra en casa, pero no aclaró en que circunstancias se produjo la liberación.
Los familiares, al parecer por la seguridad de la joven, negaron desde el comienzo que se tratase de un caso de secuestro, pero la policía confirmó que investigaba el crimen.
Según versiones de prensa, la estudiante de Nutrición dijo haber escapado de su cautiverio en las afueras de Campina Grande y haber sido llevada hasta casa por el conductor de un automóvil que la socorrió.
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La policía informó de que desconoce las circunstancias en que la joven recuperó la libertad, incluso debido a que los familiares del futbolista pidieron que, para garantizar la seguridad de la víctima, las autoridades no intervinieran.
El jefe de la comisaría regional de la Policía Civil en Campina Grande, Marcos Vilela, aseguró que fue informado por la familia de la reaparición de la víctima del secuestro y que proseguirá las investigaciones para identificar y capturar a los autores del crimen.
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El delantero Givanildo Vieira de Souza Hulk, exgoleador del Porto portugués, fue transferido al Zenit de San Petesburgo en septiembre pasado en una de las transacciones más costosas en los últimos años para un jugador brasileño (60 millones de euros).
Hulk, nacido en Campina Grande hace 26 años, ha sido titular en los últimos partidos de la selección brasileña y fue medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Otros jugadores brasileños con éxito internacional como Robinho, Romario, Luis Fabiano y Grafite, también han sufrido por el secuestro de familiares en Brasil.
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