Ambos equipos jugaron una primera parte con ritmo bajo, esperando los ataques del rival para salir al contragolpe. El conjunto del técnico Maurizio Sarri, que dejó al argentino Gonzalo Higuaín en el banquillo, fue el que buscó con más insistencia el gol, aunque nunca puso realmente en apuros a la defensa del Inter.
La segunda mitad empezó con el mismo guion, con los dos equipos concentrados en no arriesgar defensivamente más que en atacar. A falta de quince minutos para el final, el Inter logró adelantarse aprovechando una de sus pocas oportunidades con el montenegrino Stevan Jovetic, que disparó desde 25 metros sin dejar opción al guardameta español Pepe Reina.
En la recta final, el Nápoles se quedó con diez por la doble amonestación del belga Dries Mertens, que se tiró en el área buscando un penalti. En el 92, el Inter logró cerrar el partido con una diana del serbio Adem Ljajic, que culminó un contragolpe con un disparo ajustado a un poste.
Se trata de un triunfo importante para los milaneses, que llevaban once años sin imponerse en el estadio San Paolo.
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El equipo de Roberto Mancini se medirá al ganador del duelo de este miércoles Lazio-Juventus.
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