"Jugamos contra los mejores, así que vamos a ver qué es lo que logramos", señaló el portero en la rueda de prensa posterior al primer entrenamiento de Inglaterra, en la que puntualizó que España "no está a años luz" de los ingleses.
Hart, guardameta titular del Manchester City, que defenderá la portería inglesa en Wembley dentro de dos días, dijo que el encuentro supondrá un desafío tanto para él como para la selección, ya clasificada para la Eurocopa de 2012.
El internacional subrayó que Inglaterra cuenta con "unos cuantos jugadores fantásticos", por lo que pronosticó que el choque contra la selección de Vicente del Bosque será un compromiso "realmente interesante".
El jugador del City espera "probarse" a sí mismo contra los vencedores en el último Mundial en Suráfrica el pasado verano, y desea particularmente enfrentarse al español David Silva, compañero suyo en los "citizens" y uno de los jugadores más en forma de la liga inglesa.
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"David (Silva) es una parte esencial de nuestro equipo, dentro y fuera del terreno de juego. Tenemos una relación muy buena y es un jugador increíble", opinó Hart.
"Me duele ver cómo la selección española no cuenta siempre con él. Es lo suficientemente bueno, aunque es cierto que hay mucha calidad en ese equipo", añadió.
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Por otra parte, el portero afirmó que los jugadores ingleses no hubieran desobedecido a la FIFA en el caso de que el organismo internacional les hubiera prohibido lucir amapolas en homenaje a las tropas británicas en su atuendo para el partido contra España.
Tras la intermediación del primer ministro británico, David Cameron, así como del príncipe Guillermo, la FIFA pactó con la Federación inglesa, tras varios días de polémica, que los futbolistas puedan llevar un brazalete negro con una amapola bordada en él.
"La FIFA es la ley, y nosotros haremos lo que nos digan, pero creo que siempre es positivo que podamos mostrar nuestro respeto. Ya se ha acordado que será así, de modo que no hay que preocuparse más sobre el tema", señaló a ese respecto Hart.
Muchos británicos llevan estos días en la solapa esa flor roja como parte de la celebración del Día del Recuerdo, el 11 de noviembre, que conmemora el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918 y honra a los soldados británicos caídos en combate desde entonces.
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