El partido fue interrumpido en el minuto 41 por el árbitro inglés Martin Atkinson después de un intento de invasión del campo por parte de los aficionados serbios, tras la irrupción de un dron con una bandera de la Gran Albania.
El serbio Stefan Mitrovic agarró la bandera y quiso tirarla fuera del campo mientras los albaneses Andi Lila y Taulant Xhaka intentaron recuperarla, lo que generó el enfrentamiento entre los jugadores de ambos equipos, que posteriormente ocasionó al lanzamiento de petardos y bengalas desde la grada y un intento de invasión del campo por parte de los aficionados serbios.
Este partido estaba considerado de máximo riesgo debido a la enemistad entre las dos aficiones y la tensión política entre los dos países por el conflicto de Kosovo, una antigua provincia serbia poblada mayoritariamente por albaneses étnicos que se independizó unilateralmente en 2008. Debido a esta tensión, se decidió que el partido se jugase sin hinchas albaneses en la grada, por recomendación de la UEFA.
Este miércoles los jugadores de Albania llegaron al aeropuerto "Madre Teresa" de Tirana, donde fueron recibidos por aficionados que los calificaron como héroes nacionales.
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"No nos importa si nos clasificamos o no. Nos basta vencer a Serbia", dijo Astrit Kushi, un aficionado albanés, vestido de rojinegro, los colores de la bandera nacional.
Cuatro futbolistas albaneses, Xhaka, Balaj, Cana y Lila resultaron heridos, según fuentes de la Federación Albanesa de Fútbol.
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En un tuit, el primer ministro de Albania, Edi Rama, escribió que se siente "orgulloso" de los rojinegros, mientras consideró el partido una "manifestación fea" de los vecinos (Serbia). En esta situación tensa y hostil está previsto que Rama viaje a Belgrado, en lo que constituye la primera visita de un primer ministro en 68 años.
Finalmente la UEFA, declaró en su web oficial que las circunstancias de la suspensión del partido entre Serbia y Albania las detallará el Comité de Control, Ética y Disciplina.