El astro portugués estuvo junto a su novia Georgina Rodríguez en uno de los restaurantes más exclusivos del país británico y allí consumieron el vino más caro del mundo.
Cristiano Ronaldo, quien no está en la convocatoria de la selección portuguesa, aprovecha sus días de descanso para estar con su familia.
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Junto a su novia, Georgina Rodríguez, estuvo en Londres, y asistieron a una obra de ballet en el Royal Opera House. Posteriormente, fueron a uno de los restaurantes más exclusivos y costosos de Inglaterra.
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Según el diario ‘The Sun’, los dos estuvieron en Scott’s, que es reconocido por los mariscos que venden, pero Cristiano Ronaldo estuvo con Georgina únicamente por 15 minutos y gastaron más de 30 mil euros en el vino más caro del mundo, el Richebourg Grand Cru.
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Este es un nuevo capítulo de la excéntrica vida del portugués, quien gasta en carros, mansiones, relojes y más cosas, añadiéndola ahora las costosas visitas a restaurantes por el mundo.
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