Una de las claves de los buenos resultados de Dunga en su segunda etapa al mando después de sustituir a Luiz Felipe Scolari, es la renovación de la zaga, sector especialmente cuestionado con la derrota 1-7 ante Alemania en las semifinales del Mundial.
Las ausencias en la cita mundialista de Brasil de los defensas Filipe Luiz y Miranda, que fueron descartados por Scolari, son de los primeros asuntos que ha resuelto Dunga.
Los dos defensas fueron titulares en los cuatro partidos amistosos jugados tras el Mundial y, a pesar de las ausencia por lesión del defensa del París Saint-Germain Thiago Silva, todo parece indicar que los dos serán importantes en este equipo.
Filipe Luis tomó el lugar de Marcelo, del Real Madrid, que era considerado hasta el Mundial como una de las referencias de la ‘canarinha' y que, por decisión técnica, no fue llamado por Dunga en los dos últimos amistosos.
Otro futbolista que se ha visto beneficiado por el cambio en el timón de la selección es el joven lateral del Porto Danilo.
El defensa de 23 años ha ocupado con solvencia la banda que en otro tiempo disputaban Dani Alves y Maicon, que ya superan los 31 años y muy probablemente no llegarán al Mundial de Rusia 2018.
Alves no atraviesa un buen momento en el Barcelona y, de momento, Dunga no le ha incluido en ninguna de sus dos convocatorias.
Maicon sí estuvo en la primera convocatoria de Dunga, pero abandonó la misma por un supuesto caso de indisciplina, que no ha sido explicado por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
Otro cambio de Dunga ha sido el de otorgar la capitanía a Neymar en detrimento de Thiago Silva, muy criticado por su comportamiento en la tanda de penaltis del partido de octavos de final del Mundial contra Chile, en el que pidió ser el undécimo lanzador.
La respuesta a esa decisión no se hizo esperar y a los poco días el ídolo de la afición brasileña, Pelé, decía que no compartía la decisión de Dunga ya que consideraba que el delantero era un "líder nato" y que el equipo necesitaba a otra persona más para compartir el liderazgo del equipo otorgándole el brazalete de capitán.
Además de la renovación de la defensa y de los cambios en la jerarquía del equipo, Dunga también ha decidido recuperar a jugadores experimentados como Kaká y Robinho, que jugaron los amistosos contra Argentina y Japón.
De momento parece que el plan de Dunga está funcionando a la perfección y en los cuatro partidos el equipo ha cosechado cuatro victorias sin encajar ningún gol frente a equipos de nivel como Colombia y Argentina y en los que además marcó ocho tantos.
La victoria 2-0 sobre Argentina con doblete de Diego Tardelli, otro éxito de Dunga, supuso una gran inyección de moral para los brasileños, que impusieron su juego sobre Messi y compañía.
En el último partido, Neymar tuvo un desempeño sobresaliente y marcó los cuatro goles del 4-0 sobre una débil selección de Japón.
Esta última presentación ha alentado a la afición a soñar de nuevo con una selección que camina para ser campeona del mundo.