"Si vuelvo a escuchar insultos racistas, abandono el estadio otra vez" Muy enojado por el mal momento que vivió, así reaccionó Kevin-Prince Boateng, jugador del Milán de origen ghanés quien el pasado 3 de enero durante un partido amistoso que disputó su equipo en Busto Arsizio, un municipio ubicado al norte de Italia contra el Pro Patria, conjunto de la cuarta división italiana, fue víctima de canticos racistas, por lo que decidió arrojar la pelota a la tribuna e irse al vestuario. Acto que fue apoyado por sus compañeros del Milán quienes abandonaron el partido en medio de silbidos por parte de la parcialidad local, reconocida por sus actos fascistas. Días después, Joseph Blatter mostró su desaprobación sobre lo ocurrido, pero no lo hizo defendiendo al jugador, sino condenando su actuación. "¿Abandonar la cancha? No. Creo que esa no es la solución" dijo el máximo dirigente de la FIFA. Posteriormente reafirmo que: "La única solución es ser muy severos con las sanciones, las cuales podrían ser una retirada de puntos o algo parecido". Por su parte Michel Platini apoyo el gesto del futbolista: "Es formidable. Ha estado muy bien. De hecho, he llamado al Milán para felicitarles". El año pasado, durante la disputa de la Eurocopa en Polonia y Ucrania, el presidente de la UEFA, Michel Platini, instó a los jugadores a permitir que los árbitros lidien con problemas de abuso racial, e hizo énfasis en que los funcionarios podían detener los partidos, en caso que resultara necesario. Boateng declaró que durante el partido le dijo al árbitro en tres oportunidades que estaba siendo víctima de insultos. "No jugaré más si ocurre de nuevo" le reclamó el volante del Milán al central del juego. El árbitro dijo: “No te preocupes” a lo que él respondió que no era agradable sentir eso, que a él si le importaba. Riccardo Grittini fue identificado por la policía y fue acusado de dirigir los insultos racistas hacia Boateng en el estadio Carlo Speroni del Pro Patria. Grittini, fue despedido de su cargo como Asesor de Deportes de la vecina ciudad de Corbetta, ubicada 18 millas al sur de Busto Arsizio, donde el partido ante el Milán tuvo lugar. Antonio Balzarotti, Alcalde de Corbetta, lamentó lo sucedido con su colega. En una entrevista que le concedió al diario italiano Corriere della Sera, Balzarotti dijo que los insultos no habían sido en serio y que su colega le había mencionado que su intención no era ofender a nadie: “Me dijo que era sólo una broma similar a las que se producen todos los domingos en los estadios. Probablemente fue el hecho de que un prestigioso equipo como el Milán se encontraba en la ciudad, lo que lo hizo más excitable”. Balzarotti y Grittini pertenecen a la Liga Norte, partido creado en 1991 que aboga por una mayor autonomía política para las regiones del norte de Italia. “La Lega Nord” ha sido objeto de varias investigaciones por acciones xenófobas y propuestas fascistas contra los inmigrantes negros en el norte de Italia. "Benvenuti in Italia Africani, Lavatevi!" "Bienvenidos a Italia africanos, lávense!” Decían las banderas y pintadas en las calles de la ciudad de Verona, al norte de Italia. En 1984 fue la primera vez que Maradona visitó una ciudad del norte con el Napoli, aunque ‘El Pelusa’ sabía que existía una batalla entre los del sur del país contra los del norte, nunca se imaginó que esta rivalidad hubiera permeado por completo al fútbol, al punto de convertirlo en un arma para el desprecio y la xenofobia. Maradona notó que el poderío económico y futbolístico estaba claramente concentrado en el norte, por lo que siempre los grandes equipos como la Juve, Roma, Milán e Inter miraban con desprecio a un equipo humilde con el Napoli. La llegada de ‘Diego’ le dio un salto de calidad y un cambio de mentalidad que lo posicionó en los primeros lugares, tanto así que lograron conseguir varios títulos como: La temporada 86/87, el primer Scudetto en el 89/90, una Copa Italia 86/87 y la Copa UEFA en la temporada 89/90, algo impensado en ese momento para quienes lo denominaban como un equipo ‘chico’. La discriminación nunca paró, y cada vez se notaba más exacerbada cuando el Napoli visitaba alguna ciudad del norte de Italia. El buen momento del equipo napolitano y la jerarquía que le había impuesto Maradona hicieron que los partidos contra los equipos poderosos ya no fueran más goleadas de local y visitante, sino que lo convirtió en un equipo que proponía juego y se atrevía a desafiar hasta en su propio estadio a los poderosos del norte. "¡Lavatevi!"Decían las banderas pintadas de los hinchas en la tribuna del Verona. Lávense en español, se refería a los napolitanos como algo despreciable, algo sucio. En esa ocasión Maradona no decidió abandonar la cancha, decidió afrontar a sus detractores y demostró con fútbol que los que tenían que limpiarse eran ellos, abrir su mente, limpiar su pensamiento. Durante años, la mayor insignia de nacionalismo extremo de la Liga Norte fue la selección italiana, mostraban su descontento cada vez que se convocaba a algún jugador de tez negra o a algún foráneo nacionalizado. Hoy en día sus mayores figuras en la selección son un negro de origen ghanés: Mario Balotelli; Un ‘Sudaca’ como lo llaman ellos: Daniel Osvaldo, argentino y El Shaarawy de descendencia egipcia. Por: Daniel Santamaría Jaramillo. Twitter: @danielsaja03
Actualizado: enero 25, 2017 11:58 a. m.