La decisión, anunciada tras una reunión del Sindicato de Clubes Profesionales de Fútbol (UCPF), no anula la convocatoria, sino que la retrasa para abrir la puerta a una "mediación" que lleva a cabo el diputado socialista Jean Glavany.
La huelga, la primera desde 1972, estaba convocada para el fin de semana del 29 de noviembre al 2 de diciembre para protestar contra la promesa electoral del presidente de Francia, el socialista François Hollande, de grabar con el 75 % de impuestos a quienes ganen más de un millón de euros al año.
El pasado 31 de octubre los representantes de los clubes y de la liga francesa fueron recibidos en el Palacio del Elíseo por Hollande, que no cedió ante la presión del mundo del fútbol para intentar que ese sector fuera exonerado del nuevo impuesto.
"La necesidad de enderezar las cuentas públicas justifica plenamente ese esfuerzo solicitado a las altas remuneraciones, que se aplicará durante dos años a todas las empresas concernidas", indicó el jefe del Estado francés.
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Los clubes de fútbol insisten en que no se oponen a que se les aplique ese polémico impuesto, pero piden que no se haga con retroactividad sobre los contratos ya firmados.
Ese impuesto afecta a todas las sociedades, pero el sector del fútbol considera que es particularmente dañino para ellos, ya que supone un agravio comparativo con respecto a sus competidores de otros países.
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Los clubes han calculado que el nuevo impuesto afectará a unos 120 jugadores de 14 clubes y que les costará 44 millones de euros, es decir, en torno al diez por ciento del monto total que espera recaudar el Ejecutivo.
Solo el París Saint-Germain, donde juegan estrellas como Zlatan Ibrahimovic, Edinson Cavani o Thiago Silva, debería pagar unos 20 millones de euros.
La nueva tasa, adoptada en primera lectura por los diputados, espera la ratificación del Senado dentro de los debates para la aprobación de los presupuestos para 2014 y se aplicaría a partir del próximo 1 de enero.