'El pistolero' se sinceró luego de la igualdad 2-2 con Espanyol, este sábado, y aseguró que merecieron más. Además mencionó que la tarjeta roja a De Jong influyó para que el club no supiera rematar el resultado.
Luis Suárez, uno de los protagonistas del 2-2 frente al Espanyol, admitió al término del partido que su equipo perdió dos puntos, después de que le diera la vuelta al 1-0 y encajar un tanto en el minuto 88, obra del chino Wu Lei.
En declaraciones a Movistar, Suárez comentó que el equipo hizo "lo más difícil" al darle la vuelta al partido, pero no supo rematar. "Perdimos dos puntos", resumió.
"Hay cosas que mejorar, obviamente, por más que se gane o se empate", insistió Suárez, quien admitió que la expulsión de Frenkie de Jong a un cuarto de hora del final pudo ser determinante.
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"Con uno menos es más difícil, porque el rival se crece y además jugando en su campo, pero no es ninguna excusa", aseguró el delantero charrúa.
Pese a intervenir en los goles de su equipo, ya que anotó el 1-1 y dio la asistencia a Arturo Vidal en 1-2, Suárez acabó el partido con "un sabor agridulce".
"El Barcelona siempre tiene la obligación de ganar. Perdimos dos puntos y hay que sacar conclusiones después del final de la primera vuelta para mejorar y no cometer más errores", añadió.
Con vistas a la Supercopa de España, que se disputa la próxima semana en Arabia Saudí, Suárez comentó que espera una mejora del juego. "Sabíamos que hoy iba a ser muy complicado, tenemos que seguir luchando para intentar conseguir un título", dijo.
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