Prójorov, que alcanzó su fortuna en la industria metalúrgica, estaría dispuesto a desembolsar unos 250 millones de euros por el Roma, que afronta graves problemas financieros, y destinar además otros 80 millones para nuevos fichajes, según el diario Gazeta.ru.
Según algunas fuentes, la compra del Roma habría recibido ya el visto bueno del primer ministro ruso, Vladímir Putin, quien autoriza personalmente los "caprichos" de los oligarcas rusos y en su día permitió a Román Abramóvich hacerse con el Chelsea londinense.
Medios italianos sostienen que en mayo pasado Prójorov asistió de incógnito en Roma a la final de la Liga de Campeones, en la que el Barcelona ganó al Manchester United, partido que le habría inspirado definitivamente a comprar uno de los clubes europeos más antiguos.
La situación podría aclararse la próxima semana ya que la presidenta del Roma, Rosella Sensi, tiene previsto ofrecer una conferencia de prensa.
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Gazeta.ru recuerda que otro oligarca ruso, Suleimán Kerímov, intentó comprar el Roma en 2004 a través de su compañía petrolera Nafta-Moskva, pero la dirección del club se echó atrás ante los rumores sobre sus posibles vínculos mafiosos.
De consumarse la transacción, Prójorov se convertiría en el tercer propietario ruso de un club europeo de fútbol, después de Abramóvich con el Chelsea y de Alisher Usmánov, uno de los principales accionistas del Arsenal británico (25 por ciento).
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Prójorov, de 44 años, se convirtió este año en el hombre más rico de Rusia gracias a haber vendido parte de sus negocios antes de la crisis, con una fortuna personal estimada en 9.500 millones de dólares, según la edición rusa de la revista "Forbes".
El segundo en la lista de multimillonarios rusos es actualmente Abramóvich, aunque su capital ha disminuido en un año de 24.300 millones de dólares a apenas 8.500 millones debido al impacto de la crisis.