Un tanto en propia puerta del francés Eliaquim Mangala y otro de penalti del uruguayo Abel Hernández complicaron la tarde a los ‘citizens', que sin embargo acabaron logrando su tercera victoria en el campeonato.
Los visitantes dominaron el duelo en los primeros compases con aparente facilidad y esperaron tan solo siete minutos antes de asestar su primer tanto, obra de Agüero a pase de su compatriota Pablo Zabaleta.
El defensa aprovechó un balón perdido en el área del Hull para cabecear el cuero hacia adelante y habilitar al ‘Kun' para encarar con garantías por la derecha al escocés Allan McGregor, portero local, y adelantar al City.
Los de Pellegrini se sentían cómodos en sobre el césped del KC Stadium y apenas cuatro minutos después firmaron el segundo tras una jugada colectiva.
El español David Silva condujo el balón por el centro y previó el desmarque de Dzeko, que encaró a dos defensas en el pico del área.
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Ante la pasividad de los defensores, el delantero hizo un recorte hacia el interior y lanzó un tiro cruzado que se coló por la escuadra de McGregor.
La ventaja en el marcador y la amplia posesión el balón que mantenían los ‘citizens' no permitían prever los problemas con los que se iba a encontrar Pellegrini poco después.
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Acababa de cumplirse el minuto 20 del primer tiempo cuando Mangala, llegado este verano del Oporto por casi 50 millones de euros, se equivocó en un despeje y marcó un gol en propia puerta.
El inglés Liam Rosenior había avanzado por la derecha para lanzar un centro que el central del City trató de despejar sin fortuna.
Los locales se animaron al ver que el actual campeón de la liga inglesa estaba a tan solo un gol de distancia.
Los de Steve Bruce no creaban excesivo peligro ante la meta del City, pero su insistencia se vio recompensada cuando el árbitro pitó penalti por un rodillazo de Mangala a Hernández.
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El atacante del Hull asumió la responsabilidad desde los once metros y no falló: disparó un tiro raso, pegado al palo izquierdo, que engañó al portero argentino Willy Caballero, que apostó por lanzarse al lado contrario.
La cara de circunstancias de Pellegrini en el banquillo no cambió hasta que Silva y Dzeko se volvieron a aliar para sellar el 2-3 en el minuto 68.
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El español arrastró a la defensa moviéndose en horizontal en la frontal del área y sirvió un pase al delantero bosnio para que éste cruzara un tiro que McGregor tan solo pudo rozar con los dedos antes de que el cuero se colara en su portería rozando el palo.
Con el partido decidido, quedaba por llegar el gol del inglés Frank Lampard, que remató un centro desde la derecha de Zabaleta.