El Manchester United superó hoy al Swansea, una de las revelaciones de la liga inglesa esta temporada, por 2-0 y se aferra a la Premier League tras igualar en lo más alto de la tabla a sus rivales del City.
El conjunto de Alex Ferguson, que saltó al césped de Old Trafford con la obligación de conseguir una victoria tras ver como los líderes, el Manchester City, habían vencido al Newcastle (0-2) , no falló y superó al equipo galés por 2-0 con tantos de Paul Scholes y de Ashley Young.
Los "diablos rojos" buscaban una goleada que redujera la diferencia de goles con los "citizens", situados en lo más alto de la tabla después de superarles en la clasificación tras su victoria la pasada semana en el derbi de Manchester.
Alex Ferguson puso en liza un "once" ofensivo, algo que no hizo en el Etihad Stadium y por lo que los medios de comunicación británicos le criticaron duramente, con el internacional inglés Wayne Rooney y el mexicano Javier "Chicharito" Hernández en la punta del ataque.
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El guardameta español David de Gea, cada vez más acostumbrado al físico juego de la Premier League, volvió a ser titular y, una vez más, consiguió dejar su portería a cero.
A los treinta minutos de juego llegó el primer tanto para los de Ferguson, lo que hacía presagiar la tan ansiada goleada. Un tiro de Michael Carrick dentro del área fue despejado de tacón por el veterano Paul Scholes, lo que confundió al portero del Swansea, el holandés Michel Vorm, y subió el 1-0 al electrónico.
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Apenas 15 minutos después, en el 40, el exjugador del Aston Villa Ashley Young, uno de los futbolistas del United más destacados esta temporada, puso el 2-0 en el luminoso tras un excelente tiro raso que se coló por el palo izquierdo de la meta defendida por Vorm, que, pese a su estirada, nada pudo hacer.
El resultado de los primeros 45 minutos hacía presagiar una goleada que, sin embargo, no llegó debido a la buena labor defensiva de los hombres de Brendan Rogers.
Con este marcador, los de Ferguson no consiguen arrebatar la primera plaza de la liga inglesa a sus vecinos del City que, salvo catástrofe en la última jornada de la Premier, conseguirán su primer título liguero desde 1968.