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El deportista respondía al nombre de Marco Antonio Jarillo, tenía 28 años de edad y había viajado el pasado 8 de octubre a la capital antioqueña para disputar un campeonato internacional.
Sin embargo, el joven fue reportado por las autoridades como muerto luego de varios días en los que sus familiares dejaron de saber de él. De hecho, desde suelo mexicano, Juana Aurora Ramírez, su madre, exigió explicaciones y ayuda para repatriar el cuerpo, pues no son claros los motivos del deceso.
Al respecto, hay hipótesis y fuertes señalamientos que involucrarían a más personas, por lo que los seres queridos y allegados al jugador han protestado con bloqueos en vía pública y pedido que se investigue a fondo lo ocurrido.
Según reportó el diario Récord, de México, a los familiares solo se les ha ofrecido “la cremación y el posterior traslado de las cenizas”, algo que fue rechazado por la mamá del fallecido, ya que su hijo no tenía seguro de vida y ese detalle ha complicado el proceso.
Pese a que los hechos son materia de investigación, primeros testimonios hablan de “muerte por presunta intoxicación”, ventiló el periódico deportivo Récord.
A su vez, Radio Fórmula, también de México, fue más allá indicando que al joven le quitaron la vida: “Primeros reportes indican que el mexicano fue drogado y, luego de eso, asesinado”.
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En ese sentido, el diario El Heraldo, de México, detalló: "Su madre denunció que, durante una fiesta, lo drogaron unas mujeres y mientras sus compañeros sobrevivieron, él fue el único que falleció"
Por otra parte, la Universidad Marista de Ciudad de México, lamentó el triste final de su exalumno: “Recordamos con cariño su paso por nuestras aulas, su entrega, compromiso y los valores que siempre lo distinguieron como parte de esta gran familia. Su legado vivirá en cada uno de los que compartieron con él esta etapa de formación y crecimiento”.
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